Erwin Schnaidt
En un 12% se verá incrementado el desempleo en la construcción durante el primer trimestre de este año, debido a que se prevé un retroceso en la inversión sectorial en torno a un 7,7%, todo ello como efecto del estallido social del 18 de octubre pasado.
Tal pronóstico nacional es compartido por Vivian Pinilla, presidenta de la Delegación Puerto Montt de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), quien dijo que esa proyección del Departamento de Estudios a nivel central, es aplicable a la realidad de la zona.
Detalló que los datos surgen tras una encuesta practicada a 360 socios del gremio de diferentes puntos de país. Mismo trabajo que esperan replicar en los próximos dos meses entre los empresarios adheridos a la delegación porteña.
Ante la ausencia de una fuente de información doméstica, Pinilla habló en general, pero no por ello dejó de revelar un no muy prometedor panorama.
"Si bien es cierto que la infraestructura pública aumenta un poco, debido a la política social que anunció el gobierno, baja la del sector privado, porque hay reticencia a hacer inversiones", estableció.
El otro grupo que baja es el inmobiliario, especialmente en cuanto a proyectos de impulso privado (-15%). No así las iniciativas relacionadas al ámbito público, las que se mantienen activas, al sostener comprometidos contratos con el Ministerio de la Vivienda.
"Tenemos proyectos que, si bien son privados, están asociados al DS 19. Esos van a partir todos. Al tener subsidios involucrados, tienen demanda asegurada, aunque no es ciento por ciento seguro. Porque si bien el subsidio cubre una parte del valor de la vivienda, la otra parte es financiada por el cliente, mediante crédito hipotecario, por lo que hay un riesgo asociado", definió.
Poco movimiento
La timonel del gremio puertomontino explicó que este menor impulso se debe a "un tema de expectativas", las que no logran consolidarse en tanto no se observen señales que permitan asegurar que ya no habrá manifestaciones de violencia en las calles.
También contribuirá a generar certezas -añadió- el impulso a temas como la reforma laboral y tributaria, así como el proceso constituyente. "Creo que ahí el inversionista se va a sentir un poco más tranquilo, como para reactivar sus proyectos", admitió.
A nivel local, dijo que los socios de la Cámara están impulsando las iniciativas de 2019 para llevarlas a término en 2020. "Pero los proyectos que estaban en la cartera de inversión y con inicio de obras para este año, sin duda los van a postergar a ver qué pasa durante el primer trimestre. Van a ser muy cautos; no significa que no vaya a partir ninguno. El frenazo del último trimestre de 2019 y el de los primeros meses de 2020, explica esta proyección pesimista", adujo.
La líder de la construcción porteña especificó que esa cautela obedece al menor riesgo que están tomando inversionistas inmobiliarios, que compran departamentos o casas para destinarlos al arriendo. "Ese cliente está expectante y no está apurado, porque busca hacer una inversión. Por eso, prefiere esperar. Esos proyectos que tienen a muchos de estos clientes, están a la espera de lo que pase en los primeros tres meses del año", ilustró.
No ocurre lo mismo con aquel que busca adquirir su primera vivienda, que "sí está comprando. Solamente está acotando el riesgo a su estabilidad laboral, en términos de solicitar un crédito hipotecario. Los bancos también han restringido sus políticas, en cuanto a la evaluación crediticia, para medir justamente la estabilidad laboral del solicitante".
Oferta y demanda
Con todo, Vivian Pinilla observa que aunque los proyectos habitacionales no paralizarán, tenderán a regular el mercado mediante la oferta, lo que necesariamente no derivará en una caída en sus valores de compra.
"Al haber una oferta más controlada, las inmobiliarias van a ir manejando sus ventas. Esto no es un tema de margen, que se busque aumentar los precios ante una menor oferta. No es tan así, porque ha subido mucho el costo de construcción", expuso.
De acuerdo a lo que ha conocido de socios, la presidenta de la Cámara estableció que esa menor demanda será regulada por la oferta, no por una eventual baja de precios.