La reciente declaración como Santuario de la Naturaleza de los Humedales de Chiloé constituye un hecho alentador para este tipo de patrimonio natural amenazado a pocos días de culminar el año 2019.
Se trata de los humedales de la cuenca del río Chepu y que recibieron dicho reconocimiento por decisión del Consejo de Ministros para la Sustentabilidad, en el marco del Plan Nacional de Protección de Humedales, cuyo objetivo apunta a la protección de la biodiversidad existente.
La cuenca del río Chepu se inserta en la Cordillera del Piuchén, y es la más grande de la isla, abarcando una superficie de 105.077,37 hectáreas y una extensión de 100 kilómetros cuadrados. Su ecología es de gran importancia debido al desarrollo de flora y fauna ripiana. Otorga hábitat a diferentes especies de mamíferos, aves y anfibios nativos, algunos de los cuales están en estado de amenaza de acuerdo al Reglamento de Clasificación de Especies (RCE) y la Ley de Caza.
Según el Área de Patrimonio Natural de la Secretaría Técnica del Consejo de Monumentos Nacionales, los humedales de zonas bajas, además de constituir zonas de alimentación para las aves, son un elemento clave en el sector y en la isla en términos de ciclo hídrico, ya que Chiloé depende en gran medida de los humedales, dado que por ausencia de la Cordillera de Los Andes, no posee aguas por derretimiento nival, siendo exclusivamente dependiente del agua almacenada en estos cuerpos de agua y napas del suelo.
Además, estos ecosistemas acuáticos actúan como reguladores de crecidas, recarga de aguas subterráneas, retienen y exportan sedimentos y nutrientes. Dentro de estos humedales, cabe destacar las turberas esfagnosas en las riberas de los ríos.
Dentro de la cuenca de Chepu, el sector de Aulén es el único lugar que presenta importancia en términos arqueológicos y biológicos a la vez. Este objeto de conservación representa el 4,14% de la superficie total del santuario nacional propuesto. Uno de los sitios investigados con mayor relevancia a nivel local y provincial corresponde al sitio arqueológico "Chepu 005", localizado en la desembocadura del Chepu (5.000 antes del presente).
Carlos Maillet Aránguiz, director nacional
del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural