Infierno en Valparaíso
No es ninguna mentira cuando se dice que los chilenos estamos preparados para las tragedias y pruebas extremas, que nos pone en el camino la naturaleza. Qué mejor prueba que la presencia de los terremotos y ahora incendios otra vez en los cerros de nuestro puerto de Valparaíso.
Un gigantesco siniestro que en horas a los porteños les hizo humo todos sus sueños más queridos, los recuerdos de vida, que con grandes esfuerzos habían logrado forjar.
El porfiado incendio hizo de las suyas, serpenteando los cerros Rocuant y San Roque, dejando su estela de desolación en sus vecinos y pérdidas materiales. Pero la entereza, esa propia del porteño, sigue igual y dispuestos a renacer de las llamas.
Tantas escenas lo demostraron con todas sus letras: grupos de vecinos luchando con palas y picotas contra el fuego a solo metros de sus casas, que por momentos parecía que cedía, pero el fuerte viento sumaba fuerzas al fuego y hacía estériles todos los esfuerzos. Fotos instantáneas como el reencuentro de un menor con sus mascotas, su gato atigrado y su perro de orejas tristes, quien lo consolaba y lo hacía sentirse en parte mejor.
Más de ciento cincuenta casas sucumbieron en la cruenta lucha, en que nuestros bomberos, los incesantes vuelos de aviones y helicópteros lanzando agua, las brigadas de Incendios Forestales del Ejército y los vecinos, dieron todo, formando una sola fuerza, que una vez más pone de manifiesto que ante cualquier desgracia, se dejan atrás las diferencias que podamos tener y que en el fondo somos uno.
¿Por qué tienen que ocurrirnos desgracias para unirnos y salir adelante? ¿Cómo puede ser posible, -el solo pensarlo es incomprensible-, que el incendio sea intencional?
Valparaíso nuevamente da el ejemplo de entereza. Aprendamos la dura lección que deja este nueva desgracia.
Ojalá más pronto que tarde, no se necesiten más temblores, menos incendios, para unirnos y sacar juntos a Chile adelante. Las diferencias deben hacernos más fuertes, nunca más débiles. Nadie sobra en Valparaíso, ni el gato atigrado, ni el perro de orejas tristes. Nadie sobra, se los necesita a todos, y Chile a su Valparaíso, puerto principal...
¡Vamos. Valparaíso!
LUIS E. SOLER MILLA.
Humor constitucional
Hoy, con mucho agrado, leí la columna del diputado Bernales, dejándome gratamente sorprendido y digno de ser considerado como guionista de algún humorista del próximo festival de Viña del Mar.
Solo aclararle, por si no lo sabe, que el movimiento social que estalló en octubre partió con demandas puntuales: pensiones dignas, salud, educación, sueldos, etcétera, hoy relegadas a un segundo plano en favor de una "Nueva Constitución". Será deber de aquellos diputados que dicen que todo cambiará con esto y que el país será mejor. Depende del cuándo, cómo y cuánto tardarán estos cambios.
La encuesta Cadem ha demostrado que para nosotros, los comunes, no es prioridad este cambio y con el próximo plebiscito de abril los ciudadanos eligiéremos la opción que creamos será la más adecuada y prudente para nuestro querido Chile. Sólo espero que nuestras autoridades electas por votación popular no nos mientan más, con falsas promesas y esperanzas, señalando que con un cambio de Constitución nos cambiará la vida. Si gana la opción apruebo, bien y si gana rechazo, bien. Pero que las demandas sociales no se queden guardadas en el baúl de los recuerdos y solo refloten en tiempos electorales, porque ni los alienígenas u otakus votarán por quienes mienten.
FELICIANO DÍAZ LEMUS.
Barras bravas
En nuestra Cámara de Diputados existe un profundo clima de crispación y división. Las denominadas "Barras Bravas" de asesores e invitados de parlamentarios, han acrecentado aún más la división ya existente en el Congreso Nacional. Resulta necesario recordar que nuestros congresistas están para legislar, elaborar y reformar leyes, entre otras cuestiones más. No están para ver quién lleva más público a su galería de turno; eso déjenselo a los espectáculos.
Cabe destacar la labor del Senado, en él se han propiciado acuerdos, un sano debate y un intercambio de posiciones legítimo en una democracia. Se produce así una brecha enorme entre una legislatura y la otra. Al menos, el proyecto de reforma al reglamento de la Cámara de Diputados, para evitar este tipo de desórdenes, va en el sentido correcto. Aunque del dicho al hecho, sigue existiendo mucho trecho.
JOSÉ LUIS TREVIA. Investigador Fundación para el Progreso.
Campaña de acuerdo¿Qué tan honroso puede ser hacer campaña por algo en lo que no se cree? Durante los últimos meses hemos visto por estos días que el Frente Amplio anunció estar preparando una campaña para el plebiscito del 21 de abril; sin embargo, en reiteradas oportunidades hemos visto como varios sectores de dicho "bloque" desprestigian el gran acuerdo por la Paz que permitió iniciar el proceso constituyente.
Una situación que no deja de sorprender, por lo irónico que resulta ver a frenteamplistas vanagloriándose del plebiscito y de realizar una nueva Constitución, cuando fueron los primeros en negarse al diálogo, en rechazar los acuerdos y en justificar cualquier acto en contra de restablecer el orden y la democracia de manera pacífica.
FRANCISCA MATAMALA TOCORNAL.
Esperanza
Diciembre es el mes que de algún modo en particular nos otorga la oportunidad de difundir las buenas nuevas; aquellas que brindan esperanza, alegría y la promesa de una existencia con sentido para el ser humano.
Millones de personas en el mundo así lo apreciamos, siendo la razón por la que conmemoramos la llegada de Jesús, el Cristo, quien por medio de su mensaje eternamente vigente nos impulsa a vivir en paz con nosotros mismos y con el que está próximo.
JAIME BARRIENTOS PROBOSTE.