Cinco consensos para avanzar
Las crisis polarizan y ello impide avanzar. Como organizaciones civiles, proponemos 5 consensos a los cuales adherir, para tener un punto de partida común, desde los cuales podremos proyectarnos.
1. Las violaciones de DD.HH. son siempre inaceptables, en cualquier contexto. Debe existir una acción más enérgica del Estado, tomando todas las medidas para evitarlas y, cuando ocurren, hacer efectivas las responsabilidades política y penales.
2. ¡Las demandas sociales son legítimas! Es necesario asegurar una base de justicia social, que permita una convivencia en paz. Nuestro modelo de desarrollo no reconoce la dignidad de todos y todas, esto es una violencia cotidiana que miles de personas experimentan, varios derechos humanos no se garantizan, las asimetrías de poder son brutales, hay abusos dolorosos, discriminación y exclusión y el origen condiciona fuertemente las posibilidades de los chilenos.
3. La violencia genera miedo, paraliza, necesitamos detenerla. Los saqueos, los incendios, los daños a la propiedad pública y privada, son delitos y se tienen que perseguir como tales. Se deben analizar las causas de esa violencia, pero lo primero es tomar medidas para prevenirla y perseguir responsabilidades penales.
4. Debemos solucionar la crisis en la institucionalidad vigente. La buena política que requerimos necesita instituciones y partidos para desenvolverse, generosidad, valentía y humildad para presentar propuestas al país y crear condiciones para la participación ciudadana.
5. El acuerdo Constitucional no es perfecto, pero es bueno, y se deben buscar mecanismos para convocar a más actores políticos. A esto se debe sumar una agenda social con foco en la distribución de riqueza y poder. Necesitamos una agenda más estructural, no solo cambios dentro de un sistema y propuesta de sociedad que fracasó. Los municipios y la sociedad civil son claves para darle legitimidad a cualquiera, tanto para el proceso constituyente como para la agenda social.
Felipe Arteaga, director ejecutivo Fundación Vivienda; Gonzalo Vial, director ejecutivo Fundación Huella Local; Nicolás Contreras, Conecta Media; Daniel García, director ejecutivo Espacio Público; Gabriel Lagos, director ejecutivo Consolida; Pablo Valenzuela, gerente Citizenlab Chile; Loreto Wahr, gerente Inmobiliaria Social Techo.
DDHH y rol del Estado
Hace poco, TV mostró a un grupo de vecinos que se defendió con palos del asalto y saqueo de una turba de delincuentes y narcos que quisieron saquear y quemar la farmacia y el supermercado del sector. El vecino entrevistado alegó su legítimo derecho de defensa ante individuos corruptos y perversos, diciendo: "Ya que el Estado no cumple con su deber de protección efectiva para todos los ciudadanos, entonces tenemos que asumirla nosotros mismos".
¿Qué habría ocurrido si del apaleo hubiese resultado la muerte de uno o dos de los asaltantes? Lo más seguro es que los DD. HH. hubiesen investigado cuál fue el vecino culpable de aquello, en vez de condenar la perversidad de los asaltantes. ¿No es algo parecido lo que los DD. HH. están haciendo en Chile? En vez de llamar al orden público y respeto al Estado de Derecho, dadas las incesantes manifestaciones cercanas a dos meses, las emprenden contra Carabineros con drásticas acusaciones a los Tribunales condenando sus legítimos procedimientos constitucionales.
Si se entiende el concepto filosófico de la universalidad de los DD. HH. en tanto basado en "la razón y la conciencia", tal como lo declara su Artículo 1; puesto que 2+2 = 4 y que los pronombres de identidad personal: yo-tú-él, descansan en la universalidad de la especie humana; entonces, evidentemente no puede haber derecho ni autoridad, fuera de la razón y la conciencia (Hechos 25:27). Luego, la persistencia de los representantes de los DD. HH. en querer acusar internacionalmente al Estado de Chile por emplear su legítimo Poder y Fuerza a los efectos de cumplir con la disposición Constitucional de respeto a "Las buenas costumbres, la moral y el orden público", ciertamente tal persistencia transgrede "la razón y la conciencia" en tanto ley natural.
SERGIO LIEMPI MARÍN.
Reconstrucción
El daño ya está hecho. Ahora hay que reconstruir. Entonces, las concesiones del Gobierno deben frenarse. Está muy bien lo que se hace por los adultos mayores en forma escalonada, porque los que menos pueden esperar deben tener una solución más rápida. El resto del país tendrá que esperar que se logre recuperar la economía del desastre causado. Se estiman en 300.000 los empleos perdidos por quiebras y cierres, y el país no debe perder ni un empleo más.
El sueldo mínimo no debería subir más allá de lo que venía subiendo con criterios responsables antes de entrar en este período de caos. La razón es simple: subir el Sueldo Mínimo, especialmente en las circunstancias actuales, aumenta el desempleo.
Tampoco es momento para bajar a 40 horas semanales, lo que generaría más desempleo aún. El Sueldo Mínimo en Chile es el segundo más alto de la región, el doble del de Argentina y casi 30 veces más alto que el de los países como Cuba y Venezuela cuya ideología inspira a algunos sindicalistas chilenos que, curiosamente, son los que están planteando los montos más disparatados.
Hay un hecho cierto: el país está dañado y no puede procederse como si nada hubiera pasado.
La desigualdad hay que solucionarla sin generar grandes masas de cesantes, ésa es la mayor desigualdad que existe : entre una persona que tiene un trabajo y la que no lo tiene.
El riesgo es que al término de este gobierno la cesantía sea tan alta que se culpe de ella a las ideas de libertad económica y se instale un gobierno estatista que nos lleve a un desastre aún mayor.
JOSÉ L. HERNÁNDEZ VIDAL.
Mal manejoQué mal se manejan las autoridades de gobierno del país, el mundo político y el sistema judicial. La evidencia de su falta de competencia para evitar el desastre ocurrido, está a la vista.
Sé que "otra cosa es con guitarra", pero si ellos no saben tocarla, ¿cómo no se aplican para hacerlo bien?
JAIME BARRIENTOS PROVOSTE.