Correo
Apoyo de Marina Mercante
Los miembros de la Marina Mercante embarcados, representados por los firmantes de la presente nota, nos vemos en la obligación de entregar total y absoluto apoyo al Sindicato de Naviera Puelche que han paralizado el transbordo entre Caleta La Arena y Puelche frente a los despidos abusivos, solamente por haber expresado apoyo a las movilizaciones civiles que convulsionan a nuestro país.
La Naviera Puelche y Armasur han tenido absoluta libertad para imponer sus abusos a los trabajadores marítimos, permeando todas las fiscalizaciones que los organismos del Estado están obligados a sancionar. El hecho de pertenecer al territorio marítimo, distinto al terrestre, administrado por una entidad militarizada como es la Dirección del Territorio Marítimo y Marina Mercante, ha permitido conculcar muchos derechos, entre ellos los sindicales, laborales, seguridad marítima, con el conocimiento y consentimiento de las autoridades civiles que por años se han desentendido de este grupo de trabajadores, sintiéndonos discriminados al no poder acceder a los mismos principios normativos que rigen a todos los chilenos.
Tampoco podemos estar ajenos a los acontecimientos que sufre nuestro país y las familias de los trabajadores marítimos. Es por ello que estamos en asambleas permanentes, para poder acompañar, en forma efectiva, y suspender faenas laborales ante los llamados que distintas organizaciones sindicales están efectuando para esta semana. Lamentamos que el gobierno no esté considerando nuestras demandas, lo que ya comporta una actitud violenta, pues por años hemos estado golpeando puertas y solamente se reciben invitaciones a eternas reuniones que nada solucionan la compleja realidad de la Marina Mercante, no obstante que la principal petición se refiere a poder cumplir la legislación vigente.
Consejo Sur Austral de Trabajadores de la MM. Federación Sindicatos Marítimos. Federación Nacional Sindicatos Oficiales MM y Especiales de Chile SITTRANMAR. Sindicato Oficiales naviera FRASAL S.A. Sindicato de Trabajadores de la Empresa FRASAL S.A. Sindicato ORCA S.A.
Paz para ChileComo obispo evangélico representante protocolar para la Región de Los Lagos y de la Federación de Entidades Religiosas de Chile, no me sumé a las marchas y celebraciones que algunos pastores evangélicos realizaron para festejar el día de las Iglesias Evangélicas en Chile este 31 de octubre. Entendiendo como principio básico en la Palabra del Eterno y Creador de la Iglesia, estamos para servir y no para ser servida, es mi deber espiritual enseñar los principios bíblicos a mis cercanos y así conquistar a aquellos que tienen un pensar diferente, conforme a mi llamado el cual deseo cumplir hasta cuando mi Redentor así lo quiera. Otra enseñanza de mi fe es desearles bienestar y paz a todos, aunque sería irresponsable no declarar que vendrán tiempos difíciles en los días postreros (2 Timoteo 3:1). Aunque no tengo todas las respuestas a las inquietudes y temas de la actualidad, prefiero utilizar mis rodillas para orar ante El Creador por aquellas personas necesitadas dentro de Chile y que tengan un mejor pasar, intentando como pastor a la medida de mis fuerzas, buscar puertas que se puedan abrir para ayudar como se ha hecho a diario en estos últimos 37 años sin descanso.
Me lastima como látigo ver tanta pobreza y desigualdad dentro de Chile, sé que siempre habrá entre nosotros pobres como dicen las escrituras, pero también es necesario proveerles y esperar que entre ellos alguien desee salir de su condición y tome fuerzas para valerse por sí mismos. Por esta razón, prefiero estar en la voluntad de Dios y en la necesidad de la gente, aunque quisiera que todos vivieran mi fe y esperanza en Dios como Protector y Sustentador.
Estas últimas semanas se escucha en las marchas gritos e insultos de las personas, para que se le mejore sus condiciones conforme a sus necesidades, ejemplo: "Mejores pensiones", solo en este tema la expectativas de vida del promedio dentro de las AFP es de 90 años, pero la realidad es que muy probablemente no supera los 80 años de vida, esos 10 años de diferencia pueden mejorar la vida de un jubilado o pensionado (solo a modo de ejemplo).
La clase política legisladora tiene mucho trabajo por delante, siempre y cuando ellos realmente deseen cambiar algo para bien, lo cual no creo, puesto que de la abundancia de su corazón hablara su boca (Mateo 12:34) y en honor a la verdad ya lo hemos visto y escuchado como algunos políticos por diferentes medios de comunicación instan al odio y al desorden con todo aquel que piense diferente. Como Iglesia estamos llamados a ser sal de la tierra (Mateo 5:13) y nuestra labor es educar e influir para que sean personas de bien y se pongan en el lugar del otro.
Entre tanto seamos como dicen los escritos sagrados: abre tu boca por el mudo en el juicio de todos los desvalidos. Abre tu boca, juzga con justicia, y defiende la causa del pobre y del menesteroso (Proverbios 31:8,9). Por esta razón, como ministro de Culto me adhiero a las necesidades básicas de las personas: como mejor salud, medicamentos al alcance de los recursos familiares, sueldos dignos, gratuidad de salud en enfermedades catastróficas y tercera edad, valores moderados en servicios básicos como luz y agua, rebaja de sueldos en parlamentarios y disminución de ellos en el congreso, exigir por ley a las grandes empresas como condición mínima de funcionamiento que obtengan su propio recurso hídrico a través de la desalinización, dejando el agua potable exclusivo para consumo de la población y sus habitantes, educación valórica exclusiva de los padres, mejoramiento del sistema actual de pensiones, disminución del IVA para incentivar a los empresarios a invertir en Chile, solo por mencionar algunas.
Sin dejar pasar este momento para agradecer públicamente a todos los funcionarios de las Fuerzas Armadas y PDI por su aporte entregado a la nación en estos difíciles momentos, así también a Carabineros de Chile por brindarnos tranquilidad hasta hoy, dejando estos últimos sus propias familias para cumplir con turnos inagotables para brindarnos protección e impedir que personas sin sentido común y lejos a amar a su prójimo, como anarquistas y desadaptados sociales, sigan destruyendo esta Patria que intenta sostenerse ante tanta destrucción, incluidos los heridos y las muertes. Que Él Eterno Creador ponga paz a esta tierra llamada Chile (Shalom para Chile).
SANTIAGO REBOLLEDO JHONSON . Obispo Evangélico.