Estas últimas semanas nos han remecido a todos como sociedad. La ciudadanía hizo un llamado y para escuchar, dialogar y construir propuestas en base a ese llamado, que refleje los nuevos sueños de este Chile nuevo, es necesario hacer cambios. Desde el Gobierno del Presidente Piñera lo reconocemos con humildad.
Reconocemos que las familias, los adultos mayores, los jóvenes de la Región de Los Lagos, nos han hablado y que tal vez no los habíamos escuchado antes. Con esa misma humildad les decimos que vamos a dejar todo en la calle para escucharlos, conversar, y sentarnos a construir juntos la región que queremos. Una región que crezca y florezca en un Chile más justo y solidario, un Chile con más dignidad y sin abusos, un Chile con mayor igualdad de oportunidades y menos privilegios, y también un Chile más próspero y en paz. Se le ha encargado al Ministerio de Desarrollo Social la generación de esas instancias de diálogo y todas las autoridades estaremos participando de la metodología que se proponga para hacerlo.
El Gobierno del Presidente Piñera está impulsando una nueva agenda social que establece beneficios urgentes para los sectores vulnerables, la clase media, los adultos mayores y los más postergados, con mayores pensiones, aumento del ingreso mínimo, freno al costo de la electricidad, beneficios en salud, nuevos impuestos para altas rentas y defensoría para víctimas de delitos. Pero además de eso, para potenciar el diálogo ciudadano, hacemos un llamado a que todo el mundo se sume a condenar la violencia, y haga un llamado a que la paz y el diálogo es el camino para construir, no otro.
Desde los organismos públicos, los municipios, las universidades, los colegios, las organizaciones no gubernamentales, los empresarios, las juntas de vecinos, los medios de comunicación, todos y cada uno de nosotros podemos reflexionar acerca de las cosas que nos hacen ruido en nuestra sociedad, las tensiones que existen entre distintas visiones y establecer desde allí este nuevo diálogo. Es necesario que lo hagamos. Así construiremos la región que queremos.
Impacto emocional
Es importante reflexionar respecto del impacto emocional que la contingencia puede tener en cada ciudadano. Me atrevo a decir que la gran mayoría ha experimentado la necesidad de unirse en marchas y manifestaciones sociales como una forma de manifestar su descontento y hacer escuchar sus necesidades, lo que podríamos llamar una "catarsis social", que por cierto quienes nos dedicamos al área clínica de la Psicología sabemos lo terapéutico que es en los consultantes poder hablar sin censura de aquello que les duele, molesta o preocupa. Desde esta mirada me permito postular que ha sido un proceso de apertura emocional, de desahogo, de unión y conexión con otros.
Hemos visto alteradas nuestras rutinas laborales, familiares, personales, lo ha promovido una experiencia comunitaria, que desde el terremoto de 2010 no experimentábamos. Si entre vecinos no había ningún tipo de acercamiento, seguramente hoy sí lo hay, se encontraron en pasajes, calles, plazas etc. Paseando a los niños/as, haciendo ejercicios o en los llamados de cacerolazos en los barrios, poblaciones, condominios. Hay un regreso a lo colectivo por sobre lo individual, que sin duda, nos dejará un camino y un avance en materia de compromiso ciudadano.
Pero también nos encontramos con personas que, lejos de poder disfrutar de espacios de reflexión, de participación ciudadana, se encuentran con vivencias aterradoras, ya sea desde sus recuerdos que vuelven a surgir con la misma angustia experimentada hace más de 30 años o con experiencias recientes de violencia. Seguramente algún amigo, vecino o familiar puede estar experimentando sensaciones de inseguridad, miedo, incertidumbre, angustia etc. Ante ello creo que debemos apoyar a través de la contención, escuchando sin juzgar, no minimizar lo que la persona está sintiendo, permitir al otro la expresión de lo que siente, transmitir aceptación, proporcionar información válida y objetiva que pueda contrarrestar los pensamientos catastróficos y en caso de que los síntomas experimentados sean muy agudos buscar apoyo psicológico.
Sugiero tomar los resguardos necesarios respecto a la información que tienen acceso los niños respecto a los hechos de violencia que se han presentado y para ello es necesario no exponerlos a imágenes provenientes de la televisión, redes sociales o cualquier medio.
Ivonne Maldonado Martínez
Académica Psicología
Universidad de Las Américas
Harry Jürgensen Caesar,