Correo
Al Profesor I
Como profesora del sector pasivo, van unos fraternales saludos a los docentes que están celebrando el Día del Maestro y especiales recuerdos a mis ex colegas, que al igual que yo están resistiendo la prolongada espera de casi 40 años por el pago de la Deuda Histórica (generada por ley n°3551/81).
Muchos gobiernos, de izquierda, derecha y de centro, han sido invitados a participar en la solución de pago sin conseguir un céntimo al respecto, considerando las características de este gran grupo de docentes ya jubilados, ancianos, con situaciones socioeconómicas muy vulnerables, que no han logrado conmover a las autoridades que tienen directa relación con la solución de esta deuda, que es vergüenza nacional.
Digno de imitar viejas costumbres chilotas, para lograr un objetivo difícil por falta de recursos recurriendo a las mingas solidarias, donde toda la parentela y el vecindario cooperan con el necesitado, poniéndose a disposición sólo por empatía que les nace desde un normal sentido común humanitario. En el tema de la patética Deuda Histórica, hace falta una minga de la transversalidad: que ayuden a empujar el carro instituciones como el SENAMA, por la ancianidad de estos profesores; el SERNAMEG, porque la mayoría de los profesores involucrados son mujeres; el Ministerio de Desarrollo Social y Familiar, por las características de pobreza encubierta de estos profesores de la tercera y/o la cuarta edad, muchos de ellos menesterosos, y que se hagan presente junto al Directorio del Colegio de Profesores a nivel central, exigiendo la cancelación de esta Deuda Histórica y acabando este prolongado atropello a los derechos humanos del profesorado que ya cumplió con la Patria.
A pesar de todo, ¡Feliz Día, colegas!
MARLENE CÁRDENAS SIEBALD.
Al Profesor II
En estos tiempos tan convulsionados en donde la vida transcurre muy rápida, nadie se acuerda de aquellas personas que lo dan todo por el bien del prójimo. Estas personas muchas veces olvidadas o rechazada por la sociedad, estas personas son los profesores. Es por eso, que quiero rendir este humilde homenaje al Maestro, al Profesor, al Docente.
16 de octubre es día muy especial para todos los maestros de nuestro país. Es el día en donde se celebra y recuerda el "Día del Profesor", mujeres y hombres que han sido y serán bendecidos por esta noble profesión, que más que una profesión es una Vocación de guiar y ayudar al prójimo, destinada a entregar, difundir y sobre todo a enseñar y educar a todas las generaciones, entregando sin mezquindad todos sus conocimientos y destrezas para formar a personas de bien para la sociedad y en especial para nuestra patria. Sin mirar raza, cultura ni menos color político.
Ser profesora o profesor es ser un líder y espejo para las nuevas generaciones, transmitiendo todo su amor, comprensión y sabiduría para sus queridos alumnos. En los tiempos convulsionados que hoy se viven, ustedes están llamados a ser actores importantes en el logro de una educación de calidad y sin complejos para todos los chilenos. Ustedes son el pilar fundamental para el desarrollo y progreso de los pueblos.
Maestros y Maestras, con su ejemplo, dedicación y profesionalismo, transmiten hacia todos sus alumnos, los valores que hacen posible el estado de derecho y la identidad cultural de un pueblo. ¿Quien de nosotros no se recuerda cuando estaba en la escuela, liceo o universidad, de un consejo o reprimenda para ser mejor de nuestro profesor? Por eso y mucho más, rindo en estas letras un humilde homenaje a todos los profesores de nuestro país y también a los estudiantes que eligieron estudiar tan digna profesión, en especial a Lissette, Daniel, Marisol y Gabriela, y a mis viejos profesores de antaño de la escuela rural de Cañitas. Gracias, queridos profesores por todos los desvelos entregados a sus alumnos. Dios los recompensará por todo lo que hacen por el bien de nuestra sociedad y patria llamada Chile.
EDUALIO HUMBERTO ANDRADE CARRASCO.
Al Profesor III
"Enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las posibilidades para su propia producción o construcción", reflexiona Paulo Freire, teórico brasileño de la educación. Enseñar es, entonces, tomar lo conocido para construir el futuro.
Aquí radica la importancia de hacer que nuestros profesores sean líderes de sus estudiantes, que los escuchen y se comuniquen para entender la complejidad individual de cada uno y la sistémica de sus comunidades.
El mayor regalo que podríamos brindarle a nuestros profesores y profesoras en su día, es primero reconocerles laboralmente todo el esfuerzo que educar implica. En segundo lugar, darles herramientas y apoyo para que junto a sus estudiantes se atrevan a soñar y construir desde cada clase el futuro que nuestro país necesita, pues en ellos confiamos nuestro mayor tesoro y eso ya es el mejor regalo.
FRANCISCO SANTELICES BYRT. Mentor Los Lagos. Fundación Enseña Chile.