Política pública salud mental
El aumento en más de 50% de licencias médicas por salud mental en los últimos cinco años, es un tema que no debiera pasarse por alto a la hora de hablar de políticas públicas de salud. Hemos estado escuchando discusiones parlamentarias y de la autoridad respecto del cáncer, enfermedades crónicas y de otras patologías que, con mucho derecho, exigen coberturas y ser tomadas en cuenta por un sistema que no siempre da solución adecuada a las necesidades de salud de la población.
Pero aún no escuchamos una discusión seria acerca de las enfermedades mentales y cómo las enfrentamos como sociedad. Hoy uno de cada cinco chilenos sufre un trastorno de ansiedad severo y uno de cada diez un trastorno depresivo; ambos cuadros son parte de los grandes males de la salud pública en Chile, y no sólo son responsables de un número significativo de licencias médicas, sino también de una reducción marcada de la productividad, el llamado "presentismo". Es decir, la persona va a trabajar, pero su nivel de productividad es muy bajo. Por otro lado, se sabe que en el largo plazo aumentan todos los riesgos de salud física, ya que la mente no es algo separado del cuerpo, aumentando de manera importante los costos para los sistemas de salud.
Pero no sólo la prevalencia de estas enfermedades es preocupante. También lo es la baja cobertura de los seguros de salud. El paciente no sólo tiene que lidiar con el peso y estigma de este tipo de enfermedades, sino también con un sistema que limita el reembolso de las consultas y el acceso a los medicamentos, propios de una terapia integral.
Todos estos hechos retratan un escenario del que debemos hacernos cargo tal como lo hacemos con cualquier otra patología, buscando el beneficio del paciente a través de la prevención, mayor cobertura, asumiendo el costo que implica para las personas y generando una real política pública de salud mental.
Dr. ROBERTO AMON. Médico psiquiatra y director médico Psiquiatría.
¿Solidaridad?
Días atrás me enteré sobre el paro de actividades del Hospital de Calbuco, originado en solidaridad al despido de cuatro funcionarios del servicio por la aplicación de la causal "salud incompatible con el cargo", del artículo 151 de la, Ley N° 18.834 "Estatuto Administrativo" que señala "El Jefe superior del servicio podrá considerar como salud incompatible con el desempeño del cargo, haber hecho uso de licencia médica en un lapso continuo o discontinuo superior a seis meses en los últimos dos años, sin mediar declaración de salud irrecuperable." Dicha norma se repite en la totalidad de los estatutos administrativos que rigen el sector público, y posee como razón lógica, la continuidad y calidad del servicio público en pos de sus objetivos naturales.
Con su aplicación, se crea una vacante a ser ocupada por una persona presente que preste servicios continuos, y el trabajador apartado pasa a beneficiarse de un estatuto diverso, a través de los beneficios que la previsión social establece.
Así las cosas, mi pregunta se centra en determinar si es solidaridad sacrificar la calidad y eficiencia de un servicio público, para mantener en sus puestos a trabajadores que no pueden estarlo por carecer de salud compatible para ello, afectando así la calidad del servicio al que tanto abogamos. O bien, la solidaridad debe ser analizada globalmente, mirando las necesidades de todos los implicados, trabajadores activos (mejores condiciones de trabajo con planta laboral completa), trabajadores cesados (dignidad y tratamientos adecuados), y usuarios del servicio (una atención de calidad y oportuna). Usted saque las cuentas, ya que usted es el que paga.
ALEJANDRO GASTÓN IBÁÑEZ.
Escultura
Me refiero a la emblemática y discutida escultura en la costanera de Puerto Montt, celebrando que la reciente encuesta haya determinado mantener inalterable dicha obra y su ubicación. Concuerdo con que las caras de sus personajes son horribles, pero son las originales del artista, y toda creación artística debe ser respetada como tal, mientras dure. Pudo intentarse una corrección antes de instalarse.
Ignoro si en la base de dicha estatua se indica su origen (canción, fecha y su autor) para mejor entendimiento de la obra del turista extranjero, para evitar que su nombre se transforme sólo en una redundancia (toda pareja elige sentarse frente al mar), y no en un merecido homenaje local hacia un músico chileno, escogiendo su obra para el emblema del puerto.
DAVID BENAVENTE CRISOSTO.
Traslado
"Io, scapo" (Scapolo).
JOSÉ L. HERNÁNDEZ VIDAL.