En este futbolizado invierno,- con la Copa América en Brasil, a través de la pantalla televisiva-, no podemos dejar de considerar a nuestro representativo en el fútbol profesional chileno, Deportes Puerto Montt, y su próxima participación en la rueda final del torneo de la Primera B.
Hay que hacer hincapié en que, esta vez, las posibilidades puertomontinas de ascender a la palestra de los grandes del balompié rentado nacional, se presentan bastante asequible de alcanzar. Sobre todo, por la notable campaña realizada por el plantel porteño en la ronda inicial del certamen de este año, donde mantuvo un puesto de liderazgo, gracias a la fuerza del su fútbol colectivo y el talento de gol de su ataque. Unido al temple batallador y amor a la divisa, que el equipo siempre ha hecho prevalecer, bajo la serena y eficiente conducción del técnico Fernando Vergara.
Por lo tanto, debemos insistir en que no hay que dejar pasar esta oportunidad, que se está dando favorablemente, para hacer el máximo esfuerzo para conquistar el ascenso para Puerto Montt este año. Lo que significa reforzar bien al plantel, para que aumente su contundencia; junto a un adecuado apoyo logístico, que no deje nada al azar. Y así lo planificado se cumpla y los resultados sean coherentes con ese respaldo institucional.
En esta estratégica campaña y convicción de subir de categoría, sin embargo, la hinchada seguidora, las barras y, sobre todo, el público porteño, tienen igualmente una gran responsabilidad: aumentar su asistencia al Estadio, potenciar su aliento, colaborar y, si se puede, incorporarse al club en calidad de socios.
Puerto Montt ya es una gran ciudad puerto del sur de Chile, -de mucho prestigio y con un venturoso porvenir-, que, por lo tanto, amerita también una representación a esa altura y dignidad en el fútbol profesional chileno. Deportes Puerto Montt tiene, entonces, esa responsabilidad y honor, comenzando por escalar al rango superior. Lo que sólo es materializable si los puertomontinos, de verdad, se comprometen con su club y cooperan.