Aún no aparecen: las investigaciones, por gente desaparecida en la zona, que siguen sin solución
CASOS. Mediático hallazgo del cadáver de la joven Fernanda Maciel, en Santiago, trae a la memoria similares casos de personas extraviadas a nivel local. En todos estos, los casos siguen "empantanados" sin encontrarse solución.
Para el sociólogo Gonzalo Reyes, de Puerto Montt, los medios de comunicación cumplieron un rol fundamental en el hallazgo del cadáver en Santiago de Fernanda Maciel (21 años), quien estuvo perdida 16 meses, y que pese a las labores investigativas llevadas adelante por la Fiscalía y Carabineros, no arrojaron resultados; incluso, buscando varias veces en el mismo lugar donde estaba el cuerpo.
Aunque el caso es comparado con el de la desaparición y muerte de Viviana Haeger (puesto que se encontró el cadáver en el lugar más obvio), en la zona hay varias personas perdidas, cuyas situaciones no han sido aclaradas y menos encontrados los cuerpos.
Cristián Pualuán recordó que así como se trabajó para ubicar a la joven en Santiago, poco y nada se realizó para ubicar a su hermano Rodrigo Alexis Pualuán Peralta (27 años), perdido el 17 de agosto de 2003.
Rodrigo era el menor de cuatro hermanos, domiciliado en Pichi Pelluco, piloto de barcos mercantes y se perdió en Puerto Chacabuco, en Aysén.
"Mi hermano se extravió hace 16 años, y a la fecha no hay ninguna respuesta clara respecto a su desaparición. Mi mamá tenía 64 años cuando ocurrió esto, y ahora ya está cerca de los 81", anotó.
Joven
José Gerardo Huenante Huenante tenía sólo 16 años cuando se perdió tras una redada de Carabineros en el barrio donde estaba viviendo. El joven se perdió el 3 de septiembre de 2005, en la madrugada, en el sector Mirasol.
Tras varios años en que el caso fue llevado por la Fiscalía Militar, donde hubo un mínimo avance en la investigación, la Corte Suprema determinó que este sea indagado por el Ministerio Público en el actual sistema procesal penal.
Mariela Barra Díaz (43 años) se perdió el 23 de julio de 2011, después que salió a caminar por el sector de Senda Sur una fría tarde invernal.
Cuatro fiscales han llevado el caso, además de la Brigada de Homicidios de la PDI y después el OS9 y el Labocar de Carabineros, que encontraron diversa evidencia, pero lo que no ha sido efectivo a la hora de ubicar el cuerpo. El caso ha estado paralizado, pese a estar abierta la investigación, sin ningún tipo de diligencia nueva que permita saber qué paso con la dueña de casa.
Algunos años después, en el sector rural de Trapén, se perdió la adulta mayor Fideliza Uribe Almonacid (86 años), cuya causa aún está abierta en el Ministerio Público.
Fideliza se perdió tras salir de su domicilio el 2 de noviembre de 2015, en circunstancias que aún no están establecidas.
El caso más reciente es de Jordan Ignacio Gallardo Muñoz (22 años), quien desapareció en un bosque en el sector de Cheñué en Hualaihué, en la madrugada del domingo 14 de octubre.
El cómo se perdió es el hecho que no se ha podido aclarar, pese a que cerca de las 5 horas llamó por celular a su papá, señalando que estaba perdido y que lo fuera a buscar.
Jordan llegó a esa zona con un grupo de amigos a pasar el fin de semana. Es indagado por la Brigada de Homicidios de la PDI, pero no existen diligencias nuevas, pese a diversos antecedentes que han entregado sus familiares.
Vínculo
Gonzalo Reyes, sociólogo de Puerto Montt, señala que el impacto de una desaparición es diferente en cada familia y persona, y además lo viven en distintas formas por el tema del vínculo.
De acuerdo a Reyes, cada persona, cada familia, vive la desaparición de una persona de manera diferente, "ya sea si se trata del esposo, el hijo, el hermano, el padre o la madre. El dolor con que se vive este hecho está determinado por la naturaleza del vínculo, claramente el impacto es mayor y traumático para la persona cuando su cercano está ausente por un prolongado tiempo", remarcó.
Para el sociólogo, es una afectación relevante el no tener al familiar cerca y es un daño psicológico importante que se mantiene, "al no conocer el destino final de la persona y de poder cerrar la historia".
Para Reyes, siempre estará presente la pregunta si esa desaparición fue por voluntad propia o contra su voluntad. En el caso de lo primero, "tiene que ver con el tema del por qué se fue, por qué nos abandonó y se tratan de buscar las repuestas para estas interrogantes", manifestó.
En Puerto Montt, en el 2010, hubo un caso similar al de Fernanda Maciel, que registraba un embarazo de siete meses. Se trata del asesinato de Valeria Hernández (23 años), quien también estaba embarazada y alcanzó a estar perdida 13 días, a fines del 2010, y que tras las diligencias de Carabineros fue encontrada muerta enterrada a metros de la casa del autor.