Adicción a los videojuegos
"Adicción a videojuegos supone un riesgo, igual que la adicción al alcohol o las drogas. Los padres deben estar atentos a este peligro"
Los videojuegos han llegado a ser uno de los temas que preocupa a muchos padres y madres alarmados ante el tiempo que sus hijos pasan jugando y las alteraciones que producen en la dinámica familiar. Hemos llegado al punto de que los videojuegos forman parte de una nueva enfermedad mental. La OMS en la nueva lista de enfermedades define la adicción a videojuegos y juegos digitales como "un patrón de comportamiento de juegos persistente o recurrente", que se vuelve tan extenso que "toma precedencia sobre otros intereses de la vida". La definición incluye a los juegos online. Los expertos señalan que los videojuegos, en niños y jóvenes los lleva a tener cambios de conducta que afecta la relación con su familia y amigos, les repercute en el rendimiento escolar, modifica sus intereses, patrones de sueño, altera su memoria, su desarrollo psicosocial y neurológico. Entre los síntomas que definen este trastorno, la OMS menciona la incapacidad de la persona de controlar la frecuencia, duración e intensidad de las sesiones de juego, y también el deseo de seguir jugando a pesar de las consecuencias negativas. En ese escenario, podemos mencionar las características principales de este desorden y que son muy similares a las existentes en trastornos relacionados al uso de sustancias. 1. Uso excesivo y compulsivo del juego teniendo prioridad sobre cualquier otra actividad. 2. Incapacidad de controlar el tiempo que se pasa frente a la pantalla, sea el ordenador, el móvil o la televisión. 3. El continuo aumento en la cantidad de horas jugadas a pesar de la aparición de las consecuencias negativas. 4. Angustia o deterioro del funcionamiento personal, familiar, social, educativo o escolar. 5. Aislamiento, afectando las relaciones sociales y familiares.
La adicción a los videojuegos, como cualquier otra adicción, supone un riesgo, igual que la adicción al alcohol o las drogas. Es muy importante, que los padres estén atentos a este peligro, al cual seguramente ellos no estuvieron expuestos. Una forma de prevención que puede ayudar es regular los tiempos concretos de juego y seducir a los hijos para generar juntos espacios para otras actividades.
Magdalena Bravo Lira.
Terapeuta Familiar CENFA.