Nuevo Ministerio de Desarrollo Social y Familia
Carol Bown. Subsecretaria de la Niñez
Hace unos días el Ministerio de Desarrollo Social (MDS) inició una nueva etapa. El Presidente Sebastián Piñera promulgó la Ley que crea el Ministerio de Desarrollo Social y Familia (MDSF). Lejos de tratarse de un mero cambio de nombre o de funciones de un ministerio, el nuevo MDSF incluye una nueva orientación de nuestros esfuerzos como sociedad y como Gobierno. La familia, cualquiera sea su composición, es la base de la sociedad, y nada de lo que hagamos como Estado puede reemplazar lo que implica para una persona tener una familia que lo proteja, lo cuide y lo quiera cuando lo necesite. Nuestro objetivo entonces no es promover una sociedad de individuos aislados. La sociedad que queremos impulsar y construir pone a las familias en el centro, fortaleciendo su rol.
La transformación del MDS en el MDSF tiene dos grandes implicancias para nuestra sociedad. La primera, es que representa una gran oportunidad como país para potenciar y fortalecer el rol de la familia en nuestra ruta hacia el desarrollo integral de Chile.
En segundo lugar, el nuevo MDSF por primera vez incorpora dentro de la población objetivo del ministerio a las personas y familias de clase media, aquellas que han progresado significativamente gracias a sus propios méritos y esfuerzo, pero que al verse enfrentadas a situaciones adversas podrían estar en riesgo de caer en una situación de vulnerabilidad y retroceder en su calidad de vida y bienestar.
Algunos de los desafíos que tenemos por delante son: acciones para la protección y promoción de las familias y la niñez; promover la crianza respetuosa y los vínculos positivos entre los miembros de la familia; prevenir la ocurrencia de potenciales vulneraciones, así como los riesgos socioeconómicos que puedan sufrir las familias y/o alguno de sus integrantes; promover políticas sobre corresponsabilidad y el equilibrio entre la vida laboral y familiar, entre otros.
En suma, esta nueva institucionalidad tendrá como tarea el diseño, coordinación, ejecución y evaluación de las políticas, planes y programas que entreguen herramientas pertinentes y adecuadas para que las familias puedan responder eficazmente a los desafíos a los que se enfrentan a diario y, de esa forma, no solo asegurarnos que nadie se quede atrás, sino que cada familia sea y se sienta parte del desarrollo integral de Chile.
Javier Hernández Hernández.
Diputado (RN) de la República. Región de Los Lagos.
Apoyo total a
"Elige Vivir sin Drogas"
Resulta curioso que cuando el Presidente Sebastián Piñera anuncia el programa "Elige Vivir sin Drogas", destinado a entregar a las familias de Chile herramientas e instrumentos para la protección de sus niños y jóvenes, casi automáticamente emergen quienes siempre tienen "alguna crítica".
Cuando uno lee que "muchos niños no tienen la posibilidad de vivir en un mundo sin drogas" es que estamos en dimensiones distintas, porque si queremos respaldar a las familias no podemos salir con ese pensamiento tan derrotista, que no es otra cosa que un "no vale la pena intentarlo". Creo que al hablar de un programa que dio resultados eficaces en Islandia (y otra veintena de países), estamos bien calibrados tanto en colocar a niños y jóvenes en la primera línea de las preocupaciones, como en seguir ejemplos de países desarrollados, justamente porque hacia ese nivel debemos aspirar como chilenos.
Si hablamos de importancia, es absoluta. Según cifras del Senda, en los últimos 8 años el consumo de marihuana en niños experimentó un alarmante aumento de 58%, y el Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar informó que los aumentos en consumo abarcan fármacos tranquilizantes, tabaco, cocaína y pasta base. ¿Qué tenemos entonces? El primer lugar de Latinoamérica en este ítem. Algo que -según ha expresado la Sociedad Chilena de Psiquiatría y Neurología de la Infancia- debiera preocupar bastante, ya que no es únicamente el consumo sino también las patologías de salud mental.
Un dato es que en Sename existen 3.801 casos de menores con antecedentes como consumidores de drogas y alcohol, según informe de esta entidad y la Defensoría de la Niñez. La encuesta a 120 mil niños de 50 comunas ayudará a conocer la raíz de fondo, qué motiva a un joven a caer en esto y qué rol está cumpliendo su familia al respecto, además de cómo influyen el entorno educativo y especialmente tiempos libres, ya que la implementación considera incrementar posibilidades deportivas, artísticas y culturales. Hay temas de los que depende que Chile tenga una mejor sociedad en el futuro, y al menos allí la politiquería de trinchera debe darse una larga pausa para no estorbar.