Bastó que una turista, que se encontraba de paseo en Angelmó, posteara una curiosa imagen en su cuenta de Twitter para que el materializara rápidamente. La usuaria "Coca" tuiteó: "En mi paso por Puerto Montt capté esta horrenda imagen que refleja lo mal tenida que está la ciudad. Los lobos marinos de Angelmó sumergidos y comiendo en los contenedores de basura. Deprimente y asqueroso", escribió copiando el texto a la cuenta del municipio.

La imagen no tuvo mayor eco en Twitter, pero se viralizó rápidamente a nivel local -de mano en mano- por otras redes sociales.

Pero ¿será una situación habitual o excepcional? El Llanquihue fue hasta el mercado de Angelmó y conversó con los trabajadores que a diario se encuentran recibiendo a los visitantes. Ellos aseguran que la imagen que se viralizó es "pan de cada día" en el lugar. Dicen que por la falta de comida suben a los basureros; incluso, dijeron que son como las mascotas del lugar.

Jorge Velázquez, trabaja en e l mercado de Angelmó y dijo que aproximadamente hace unos tres meses que los lobos se comenzaron a subir a los contenedores de basura.

"Antiguamente no hacían eso, llegaban hasta abajo nada más. De repente, hay dos lobos y otras veces cerca de 15. Si bien pusieron hace algunos días una reja, ya no está porque la rompieron", contó el trabajador.

Los lobos de mar son una especie protegida, por lo que no se puede hacer ninguna acción que atente contra ellos.

Pablo Triviño, encargado del departamento de Medio Ambiente del municipio, explicó que en días previos se instaló una reja que impedía el acceso de los lobos marinos a la rampa peatonal que va hacia los contenedores. Reja que hoy se encuentra dañada, dejando el paso libre a la superficie donde transitan las personas.

Agregó además que notificarán a los 204 locales que hay en Angelmó, para que hagan un buen uso de los contenedores de basura.

"Cada vez que la gente bote sus residuos, deben dejar cerradas las tapas de correderas que tienen los contenedores, porque lamentablemente la gente bota sus cosas y las deja abiertos. Y lo otro es que desde el acceso que va desde la playa hacia la rampa peatonal de cemento, el departamento de obras menores había instalado una reja metálica, la que fue destruida. A lo que ya se dio la instrucción para que sea vuelta a instalar", detalló.

El llamado desde el municipio es que las responsabilidades sean compartidas. "Los locatarios deben poner de su parte para el buen uso de las tolvas, porque el hecho de que los lobos suban a los contenedores constituye un peligro. El lobo llegará donde hay alimento y si son los mismos locatarios que están dejando las puertas abiertas, el lobo marino va a llegar igual", sentenció Triviño.

A contar de mañana, se comenzarán a realizar los trabajos para la instalación de una nueva y reforzada reja, que impida el libre acceso de la especie marina.