Este viernes 8 de marzo se conmemora un nuevo Día Internacional de la Mujer, más allá de rescatar el duro camino que hemos debido recorrer las mujeres para ir logrando pequeños avances en igualdad en la sociedad occidental, quiero referirme a la Mujer Campesina, que la historia invisibiliza, que hasta la actualidad sufren desigualdad y son parte de aquellas brechas que nos han ubicado en vergonzosos rankings de la OCDE, como uno de los países más desiguales del mundo, con brechas abismales entre ricos y pobres, donde las mujeres se llevan los peores resultados en acceso a la salud, la educación, el trabajo y de las maneras en que se les paga sus salarios.
Para acortar las brechas que sufren en la actualidad las mujeres campesinas requerimos de un compromiso social y político, para avanzar en igualdad laboral frente a sus pares en las áreas urbanas, las mujeres campesinas muchas de ellas aportan a la producción de alimentos orgánicos, la conservación de semillas y el uso sostenible de los recursos naturales, su trabajo a la agricultura familiar es fundamental para los pueblos, sin embargo para la mujer es muy bajo el acceso a recursos productivos como tierra, agua, crédito, capacitación e insumos.
La última CASEN nos entregan los siguientes datos relevantes: la brecha de la pobreza multidimensional: -mujeres rurales 34,8 y urbanas 18,4. Brecha de escolaridad: Mujeres rurales sólo el 13,8%, tiene 13 o más años de escolaridad, mujeres zona urbana que registra un 30,8% en el mismo tramo de escolaridad.
Las cifras de INDAP, señalan por ejemplo que los ingresos per cápita en los hogares de sus usuarias son en promedio 30% más bajos que los ingresos per cápita en los hogares de los usuarios hombres. Asimismo, sólo un 12,5% de las mujeres usuarias han iniciado actividades formales, en contraste con los hombres que alcanzan un 30% de formalización, lo que conlleva a una dependencia económica y por lo mismo hacia una mayor precariedad en términos de seguridad laboral y previsional.
Muchas de ellas que igual pertenecen a comunidades mapuche Huilliche, deben migrar desde la ruralidad para poder optar al trabajo remunerado dependiente fuera de su comunidad, generalmente se desarrollan en el área del servicio doméstico, sobre todo cuando el estado fue arrinconando a las comunidades indígenas a las zonas cordilleranas quintándole las tierras fértiles, para entregarles a colonos.
Necesitamos un nuevo trato social y político con las mujeres, necesitamos igualdad en la diferencia, eso nos dará la oportunidad de tener un mejor país.
Emilia Nuyado.
Diputada por el Distrito 25 de la Región de Los Lagos