La diversidad de los asistentes a este encuentro fue destacado por Valentina Orrego. Dijo que "están confluyendo los mundos. Estamos armando el ecosistema, que es el que necesita hacer la pega", al resaltar el mensaje enviado por el Presidente Sebastián Piñera, y la presencia del intendente Harry Jürgensen, del vicepresidente ejecutivo de Corfo, Sebastián Sichel; así como de políticos y profesionales.
Con la firma de un acuerdo global para el cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la firma de una carta que será enviada al G20, se puso término al primer encuentro +B Global, que durante dos días reunió en el Teatro del Lago de Frutillar, a cerca de mil personas, provenientes de los cinco continentes.
En el acto de cierre de este evento, realizado por la tarde, organizaciones como B Lab, GSG, B Team, We All, Wellbeing Economy Alliance y Sistema B, suscribieron una declaración mediante la que llaman a la acción a los Estados miembros de ese foro internacional para la cooperación económica, financiera y política.
Asimismo, se estableció un compromiso global con el cumplimiento de los ODS, que adquirieron todos los Sistemas B de América Latina, así como los B Labs de otras latitudes, además de organizaciones y fundaciones que participan de estos mismos propósitos.
Valentina Orrego, directora general del encuentro, explicó que mediante esa declaración "nos comprometemos a hacer cosas concretas, que aporten a solucionar los principales problemas del mundo".
El Movimiento B certifica a empresas como generadoras de impactos positivos en las personas y en el ambiente, lo que se consigue a través de sus sistemas de negocios, sin que por ello dejen de ser rentables financieramente.
Al hacer un balance preliminar del encuentro, la también directora de la Comunidad B Patagonia, destacó la presencia de Jay Coen, Bart Houlahan y Andrew Kassoy, los tres cofundadores de B Corp., que viajaron desde Estados Unidos.
Orrego enfatizó en el reconocimiento a los gestores chilenos del Sistema B. "No pararon de decirlo, en ninguna de las reuniones en las que estuvieron. Es como decir: aquí hay un grupo de chilenos, que fueron los responsables que el Movimiento B haya salido de Estados Unidos al mundo".
Sumó la diversidad de participantes en este encuentro global: "Hemos tenido personas de los cinco continentes, de todas las razas e idiomas. Vino una delegación grande de Asia a aprender lo que se está haciendo en América Latina".
Reiteró que a contar de esta experiencia "tenemos que ir a la acción. Eso queda en todos. Proyectarnos y ver cómo nos vamos a hacer cargo. De este encuentro, esperamos que salgan muchas alianzas. Pero la invitación de esta tarde fue: vamos a lo concreto. Cada uno tiene que pensar qué pasos va a dar. Es un desafío que nos involucra a todos".
El Movimiento B no sólo está ligado a empresas y organizaciones con impacto social y ambiental. Ya se trabaja en incorporar ese paradigma en las ciudades.
Una de las exposiciones de ayer en la tarde abordó esta materia, en la que Leonardo Maldonado, codirector ejecutivo de Ciudades +B, expuso que la idea es diseñar las urbes bajo el mismo concepto de triple impacto de las empresas B.
A su parecer, es posible compartir tal criterio, ya que "todos queremos que las ciudades sean más prósperas, pero que al mismo tiempo sean más amables con los ciudadanos y con el medio ambiente".
En la actualidad, hay avances en tal sentido en Santiago, Mendoza y Río de Janeiro. Para Maldonado, "el principal desafío es dejar de asignar la responsabilidad de la ciudad a alguien. La ciudad no es propiedad del alcalde, ni del gobierno ni de las grandes empresas; es propiedad de todos y es el resultado de lo que hacemos todos juntos".
El arquitecto especificó que para ello conforman una "gobernanza público-privada", con la participación de actores políticos, ejecutivos de empresas, gremios, asociaciones, académicos, entre otros.
Maldonado, quien es gerente general de la agencia de innovación Gulliver, aseguró que no sólo persiguen el cuidado ambiental: "Estamos alineados con los 17 desafíos ODS. Mejorando en todos esos indicadores, la ciudad se hace más vivible, amable y próspera".
Para que ese pensamiento llegue a ciudades de la región, opinó que "basta que un grupo se organice y que quiera hacerlo", en lo que admitió estar dispuesto a prestar su asesoría.
Para el experto, el primer paso es definir las necesidades y desafíos, entre los que reconoció la motivación para que la comunidad tome parte en esta tarea, en lo que se manifestó optimista, ya que "como se mostró en este evento, cada día hay más conciencia".
Sobre un eventual apoyo a esta propuesta de parte de la industria salmonera, dijo tener claro que "en esas empresas hay gente que tiene una casa, una familia, una vida... Sospecho que tienen interés en mejorar esa calidad de vida".