El de Chacao, un puente que no cae
Aunque algunos lo quieran derribar antes de construirse, la convicción es hacer el viaducto para desarrollar el archipiélago.
Antes de ser una realidad, el sueño y proyecto en marcha del Puente a Chiloé, desde sus inicios, ya está afrontando dificultades y embates opositores a la obra, acaso más intensos que los que deberá soportar una vez terminado ante los rigores climáticos de la zona.
Uno de estos controversiales escollos ha sido la reciente intervención de Eduardo Bitrán, ex ministros de Obras Públicas, quien ha proclamado que el gobierno debería terminar el contrato para la construcción del viaducto chilote, debido a su retraso y a la posibilidad del incremento de la inversión. A lo que se añade la participación de la Superintendencia del Medio Ambiente, que formula cargos al plan por infracciones medioambientales, básicamente relacionadas a la integridad arqueológica del escenario natural circundante. Y sin olvidar las inquietudes ciudadanas y de la industria turística de cruceros, en cuanto a la altura considerada para el puente que impediría el paso de las meganaves internacionales que reciben Puerto Montt y la zona.
Habiendo absoluta conciencia de lo justificada e imperiosa que es la edificación del puente insular, que une el archipiélago al continente, a la modernización y su definitivo desarrollo, no extrañó la oportuna reacción habida -en defensa de esta extraordinaria obra de envergadura global- surgida de parte de los parlamentarios de la zona, de los alcaldes chilotes y de la propia comunidad sureña; mientras que desde el plano gubernamental se confirmaba que "la obra está a pie firme" para avanzar a su concreción. Lo que significa que los recursos económicos necesarios se proveerán, también los humanos profesionales y técnicos, además de la logística moderna respetuosa del entorno y asociada a los requisitos medioambientales en boga para salvar al planeta.
Fue una respuesta resuelta y valerosa. Fundida en una decisión inquebrantable y en una voz potente, que remece, que hace reaccionar e insta a la unidad. Y que renueva la fe en el éxito de la gigantesca tarea ya iniciada en las aguas del Chacao y que mucho apoyo necesitará de todos para materializarse.