Vivimos al día, atraídos por un simple eslogan de marketing, olvidándonos de lo sustanciosa que es nuestra historia y cuán importante ha sido su contribución al desarrollo del sur de Chile.
Así como la parte sur de la Región de Los Lagos basa su economía en la producción de la acuicultura, es en la parte norte de esta zona Osorno rescata y preserva esos valores en la agricultura.
Mar y tierra se confunden para brindar bienestar.
Valga esta reflexión, para rescatar del pasado lo que Osorno y su zona de influencia han ido perdiendo en el camino por la amnesia generalizada que entrampa todo progreso, agravada la circunstancia por el clima de rivalidad y discordia que ensucia la política y desemboca en el desorden, cuando los megáfonos del populismo confunden la mente de las personas y sus autores se dejan llevar por sus ambiciones y por sus pasiones, que es el caldo de cultivo de la violencia.
Asistimo, a este triste espectáculo, aquí y en el Parlamento, es donde los círculos de poder en vez de legislar para las personas, levantan barricadas, porque el pensamiento terrenal persigue el éxito a toda costa, por lo que consideran que todo obstáculo debe ser eliminado, no importando a quienes dañamos.
Este afán de codicia política ha detenido el desarrollo de vastos territorios y es frecuente observar que estos conceptos, maléficos en sí, convergen en la ambición y la venganza, que es la base universal del marxismo, que en Chile y en particular en esta región, tiene al Partido Socialista como su alumno más aventajado.
En suma, una marioneta que baila al compás del Partido Comunista, que no perdona la pérdida del poder y del espacio de autoridad, que le permitía disponer a su antojo del destino de las personas conculcando sus derechos más sagrados y su libre albedrío.
A pesar de estas transgresiones a la ley natural, afortunadamente, las personas han aprendido a disociar la verdad de la mentira, y a actuar en consecuencia, cuando llegue el momento.
Harry jürgensen Rundshagen. Diputado (RN) de la República. Región de Los Lagos.