Todo esfuerzo e inversión que se haga por la seguridad y tranquilidad ciudadana, y para neutralizar el accionar delictivo cada vez más latente y osado, siempre será reconocido como un aporte muy valioso e indispensable para la comunidad, que es la que soporta directamente el dañino accionar de los antisociales. Como ha ocurrido en el último tiempo con los afligidos comerciantes del área céntrica de Puerto Montt, donde algunos han sido robados más de una vez.
A la disposición de Carabineros de incrementar sus rondas preventivas,- frente a este recrudecimiento delictual-, se ha unido la determinación municipal de aumentar la instalación de cámaras de televigilancia, comenzando por el casco histórico de nuestra capital regional. Obra de iniciativa de la Subsecretaría de Prevención del Delito y de la Subdirección de Seguridad Pública del municipio.
Es así como el Concejo Municipal acaba de aprobar la puesta en funcionamiento (a fines de noviembre) de ocho cámaras de video protección en el centro, cuyo costo asciende a 70 millones de pesos: en J.J. Mira con Valdivia, Freire-Urmeneta, Miramar, Copiapó-A. España y escalera de Ancud. Y, en una segunda etapa, en Juan José Mira con Salvador Allende, pasaje Huelén-S. Allende, y Antonio Varas-Quillota. Posteriormente, otros 19 aparatos de televigilancia serán conectados y entrarán en un servicio similar antidelicuentes en otros puntos estratégicos de la ciudad.
Lo trascendente y acertado de estos innovadores planes de seguridad pública, es que van camino a su concreción con la participación del propio vecindario afectado y sus directivos sociales. Pues son ellos quienes saben mejor que nadie cuáles son la zonas más vulnerables y asediadas por los malhechores en nuestro puerto. Como lo son las escaleras urbanas, muy solitarias y riesgosas, donde ya hubo asaltos y actos criminales.
Es imperioso utilizar esta moderna tecnología de seguridad pública en boga. Al registrar los hechos, prueba el delito e identifica a sus autores, constituyéndose en una clave aliada de la Justicia.