Pasado el temporal, viene la calma, confirma la sapiencia del refrán en referencia a la condición atmosférica. Sin embargo, culturalmente, después de los Temporales Internacionales de Teatro, recientemente realizados en Puerto Montt, en casi todo el mes de julio, para el público que lo disfrutó apasionadamente, surge ya la nostalgia, la remembranza, y el prematuro anhelo de no perderse la trigésima versión en el invierno del año 2019.

Dignos son de las más efusivas y reconocidas felicitaciones, los abnegados organizadores -la Municipalidad y su Corporación Cultural, y colaboradores- de la brillante vigésimo novena edición de esta gran fiesta teatral. Cuyo prestigio nacional e internacional se consolida cada vez con mayor prestancia y fuerza. Así lo ratifican los dos centenares de notables artistas en escena, de seis países, que mostraron sus talentos histriónicos en cuatro escenarios de Puerto Montt, en ocho comunas de la región y una ciudad argentina. Y ante una asistencia general de público superior a los 30 mil espectadores.

En esta oportunidad, se privilegió la calidad actoral y puesta en escena, recalcó Guillermo Gallardo, destacado comentarista y productor teatral, además de subrayar la gratuidad y heterogénea audiencia del certamen. Lo que le otorga longevidad y le identifica con la gente. Y en cuanto a la popularidad del festival, reiteró que, para ello, basta con recordar que este año hubo 360 postulaciones al evento de 20 países de Asia y Europa.

Entre las tareas pendientes de estos Temporales Teatrales, permanece el imperativo de realizar talleres de la disciplina, inmediatamente después de su término, por algunas compañías. Así, se garantiza la proyección regional del arte escénico.

También, merece tenerse muy en cuenta la integración turística con Puerto Montt, sus atracciones y servicios, de los asistentes a la cita teatral provenientes de otras ciudades de nuestro país, incluyendo a extranjeros que también concurren al evento. Más promoción, iniciativas y facilidades, para ellos, garantizan el éxito en un objetivo semejante.

Si usted tiene cuenta en el banco es muy probable que le estén cobrando un seguro antifraudes, incluso hay unos seguros VIP, donde al pagar más usted obtendría mayor seguridad. Esto es inconcebible, si uno escoge un banco es precisamente para no tener el dinero en la casa y correr los riesgos asociados. Que el banco le cobre por cuidar su dinero no ocurre en países más desarrollados. ¿Sabía usted que uno de los mayores gastos de un banco es precisamente la seguridad? Contar con sistema de seguridad física y digital, son obligaciones y aspectos fundamentales en cualquiera país del mundo. Bueno, lamentablemente Chile es una de las excepciones. A los usuarios nos cobran seguros y sobreseguros en esto. En el mundo las principales causas de por qué una persona se cambia de banco es por la atención al cliente y la seguridad. Qué diría usted si le digo que a su banco le han robado dinero, datos y claves de clientes y este ha ocultado el fraude para no afectar su imagen. De hecho, para el banco es mejor asumir la pérdida del dinero que dañar su imagen y verse obligado a invertir en mejor seguridad. Hoy la Superintendencia de Bancos no cuenta con la legislación que le permita saber si el banco le oculta esta información. En Chile el banco prefiere gastar poco en la seguridad de sus clientes, ahorrarse ese gasto, cargárselo al usuario y quedarse callado frente a los robos. El 24 de mayo quedó al descubierto, gracias a información del extranjero, la vulnerabilidad de los sistemas de seguridad bancarios en nuestro país. El Banco Chile sufrió una ciberataque de unos 6.300 millones de pesos y muchos datos de tarjetas de crédito y débito. Junto al diputado Vlado Mirosevic hemos presentado un Proyecto de Ley que establece a nivel legal las obligaciones de los Bancos en materia de incidentes de ciberseguridad. Lo que se busca es proteger a los clientes de bancos o instituciones financieras, estableciendo el deber legal de informar incidentes de ciberseguridad que puedan afectar datos personales. Asimismo, efectuar las multas que la ley del consumidor establece en materia de consumo financiero, sin perjuicio de las indemnizaciones que procedan conforme a dicho cuerpo legal.

Alejandro Bernales Maldonado (PL).

Diputado de la República. Región de Los Lagos.