Hogares endeudados
Es alarmante constatar que la deuda de los hogares continúa en los máximos históricos, según el Banco Central al cierre de 2017. El informe señala que en los últimos cuatro años el indicador pasó de representar el 59,8% de los ingresos disponibles a un 71,1% en el que nos encontramos en la actualidad.
Sin desconocer que parte de este endeudamiento obedece a un sinnúmero de causales, como educadores pensamos que debemos enseñar desde niños a los estudiantes sobre el valor del dinero para que aprendan a administrar adecuadamente los recursos con que contarán en el futuro.
Nuestra red educacional Cognita imparte en sus colegios programas innovadores en que se desarrollan cursos que proveen a sus alumnos de herramientas que los educan en el uso responsable del dinero, en sesiones lúdicas e interactivas.
Asimismo, más adelante, a través de películas y documentales se les dan a conocer las realidades del mundo financiero y cómo una buena o mala gestión tendrá efectos en sus vidas personales.
Como educadores creemos que no sólo debemos entregar a nuestros alumnos una malla curricular que contemple las asignaturas tradicionales que establece el Ministerio de Educación, sino también cursos y talleres que les permitan a los jóvenes tener habilidades para la vida.
En este sentido, educarlos en el valor del dinero y en generar hábitos de responsabilidad acerca del endeudamiento personal y familiar.
Víctor Barahona Kunstmann, gerente General de la Red Educacional Cognita
Contaminación
A principios de los setentas, 20 millones de estadounidense salieron a las calles a manifestarse por los problemas relacionados con la excesiva contaminación y cómo ésta estaba afectando la biodiversidad del planeta. Ya ha pasado casi medio siglo, y a pesar de los avances científicos y tecnológicos, el problema ambiental ha seguido creciendo de manera exponencial.
Hemos generado un ambiente hostil para los seres vivos. Según datos de la OMS, sobre un 25% de las muertes de niños menores de cinco años se deben a la contaminación ambiental y ya son más de 17 mil especies que se encuentran en peligro de extinción. Muchas veces, el problema radica en acciones cotidianas.
Tirar una colilla de cigarrillo al suelo, tarda alrededor de 12 años en degradarse; una bolsa de plástico, 150. Recordemos, además, que de los 17 millones de toneladas de residuos que se generan anualmente en Chile, apenas un 10% se recicla.
Todos estamos de acuerdo en lo que significa e implica la contaminación de la Tierra. Es un hecho que nos preocupa. Pero, nuestra propia supervivencia y la de cientos de especies animales y vegetales está en nuestras manos.
Margarita Ducci, directora ejecutiva Red Pacto Global ONU - UNAB
Medicamentos
Se dio a conocer en las últimas semanas los ejes sobre los cuales el Gobierno trabajará en los próximos años, entre los que se encuentra la liberalización para la venta de medicamentos de venta directa, es decir, aquellos que no requieren receta médica, en otros canales de distribución distintos a las farmacias.
El acento está puesto en que este tipo de medidas conduciría, producto de la libre competencia, a una disminución del precio de los medicamentos.
Vale la pena preguntarse: si le duele el bolsillo a nuestra población cuándo se trata de medicamentos, ¿qué medicamentos son más relevantes en este gasto de bolsillo?
La evidencia muestra que son más bien los fármacos que requieren prescripción médica, de uso crónico, no cubiertos por las garantías explícitas en salud y, frecuentemente, asociados a enfermedades catastróficas. Definitivamente, no aquellos de venta directa como el Gobierno plantea.
Una iniciativa de esta índole, implementada en forma aislada y sin abordar el tema de fondo - como ampliamos el acceso a medicamentos para toda la población, cautelando sobre todo aquellos tipos de medicamentos que significan un porcentaje sustantivo del gasto de bolsillo - aparece como una medida facilista y que podría incluso involucrar riesgos.
Claramente la discusión en torno a las políticas públicas de medicamentos merece ir más allá de la perspectiva únicamente económica, y considerar al medicamento como un bien social, no solo como un producto más del retail ni a la cadena del valor del medicamento únicamente como un mercado.
Catalina Cano Abásolo, académica Escuela Química y Farmacia U. Andrés Bello