Por estos días, ayer y hoy, Puerto Montt busca desarrollarse también desde su interioridad y talentos literarios, a la vera del mar y su naturaleza volcánica e insular, -pluma en ristre y bajo la lumbre de la cultura de las letras y su vinculación con el entorno de la realidad regional-, al concretarse aquí, por segunda vez, el Congreso Sur Austral de Escritores "Volvamos al Mar", organizado por el Consejo Regional de la Cultura y las Artes Los Lagos.
Así como en el primero de estos eventos exitosamente realizado el año pasado, el gran invitado fue el poeta Raúl Zurita, en esta oportunidad lo es la escritora chilena Carmen Berenguer, Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda 2008. Sobre este congreso, consideró que se trata de una reflexión en torno al espacio, la naturaleza, la escritura y la identidad personal en las regiones, frente a temáticas como el centralismo. Y ante lo cual, ella, Carmen, espera erigirse esta vez como una suerte de puente articulador entre los propios protagonistas del mundo de las letras, añadiendo imperativos de fraternidad solidaria.
Vuelven, así, a estos confines del austro sur, -tan plenos sobre todo de belleza marítima-, sus creadores del verso y de la prosa, que no sólo le cantan al paisaje, sino que también pregonan los sentimientos y anhelos de la gente que lo habita. Y sin más norte que ayudar a crecer integralmente, partiendo del germinar espiritual de la palabra.
El certamen, que se inició ayer y finaliza hoy, junto a la alfombra azul de la Cuenca del Reloncaví, ha congregado a decenas de escritores, que comparten sus saberes y experiencias -en torno al compromiso literario con el medio y su humanizadora misión en la sociedad-. Lo que amablemente hacen a través de talleres, lecturas y reflexiones, que invitan a pensar sobre el sentido social de la poesía y la literatura. Y su influencia en el comportamiento humano y el desarrollo cultural en las regiones. Rol que parte desde estos mismos encuentros, que acrisolan el talento y voluntades de un selecto manojo de artistas de la palabra escrita. Dignos huéspedes que nos honran con su presencia y luz intelectual.