Marcelo Galindo Gallardo
Fue la médico legista de Santiago, que tuvo a cargo la segunda autopsia al cuerpo de Viviana Haeger, realizada el 22 de marzo de 2012, quien se encargó de dar cuenta de los antecedentes que rodean la muerte de la contadora, tras declarar en el juicio oral, en la séptima jornada, donde la Fiscalía busca altas penas contra José Pérez por homicidio calificado y Jaime Anguita por parricidio.
La profesional testificó por más de dos horas y media, y se convirtió en una de las tres personas que entregaron su versión del trabajo realizado en el caso.
La legista explicó que en la segunda autopsia participaron profesionales de varias instituciones, incluso un entomólogo del Labocar de Carabineros. Señaló que -vía correo electrónico- se excusó, minutos antes de la necropsia, el perito Luis Ravanal, y el asesor de la Brigada de Homicidios de la PDI, José Belletti, no estuvo presente en este procedimiento.
La profesional dijo que se revisó la urna completa, que estaba muy húmeda, y que se busco la polera café, la que al final no fue encontrada: "Quizás la polera estuvo adentro (del féretro), pero las condiciones la pudieron haber degradado".
Ropas
Tras este procedimiento en marzo de 2012, la médico legista explicó que se consideró la revisión de fotografías.
Manifestó que tras el hallazgo del cadáver el 10 de marzo de 2010, la postura del cuerpo estaba muy flexionado, "asociado a la colocación de las ropas, lo que es atípico. Toda la ropa estaba hacia arriba, dejando libre el abdomen", adujo. Indicó que el cuerpo presentaba marcas que eran posteriores a la muerte, relacionadas con las prendas de vestir y que ninguna era elasticada en los puños.
Respecto a la momificación del cuerpo, la profesional explicó que esta ocurrió por un ambiente de bajas temperaturas y aire seco.
"Las variables suman el proceso de conservación, entre ellos la oscuridad", manifestó.
Surcos
Las marcas en ambas muñecas, de acuerdo a la legista, que corresponden a surcos cafés, son lesiones que estuvieron en vida, "y estuvieron con un elemento que luego fue desamarrado. Se interpreta que la equimosis en conjunto corresponde a una zona de sujeción", aseveró.
En su conclusión, la doctora señaló que las marcas en las manos implican la presencia de un tercero y que además en el cuero cabelludo se encontró un elemento de infiltración.
"No es posible descartar un trauma sutil; algo pasó en esa zona, que sí tiene relación con la causa de muerte", expuso.
Dijo que ello podría estar relacionado con una bolsa plástica en la cabeza. Planteó la médico legista que la primera autopsia se refiere a una causa de muerte indeterminada, "que me habla de una muerte violenta, y que estuvo sujetada y que ese elemento es retirado".
Manejo
La testigo, que declaró en calidad de perito, se refirió al trabajo realizado en el sitio del suceso el 10 de agosto de 2010 tras el hallazgo del cadáver de la contadora.
Señaló que hubo un mal manejo del sitio del suceso, que faltó prolijidad y que el pasto verde que se ve en las fotografías en una de las botas de la contadora es imposible de ponderar, y que no puede asumir que el trébol estuvo allí al principio del tiempo.
Manifestó que en el lugar hubo contaminación cruzada, que algunos detectives tenían cubrecalzado, y que incluso en una de las imágenes ese cubre- calzado se ve dañado.
Tampoco ponderó el herbicida, que en primera instancia se había relacionado a la ingesta y muerte de Viviana Haeger.
Relató que esa evidencia fue mal levantada, porque dicen que extrajeron 30 centímetros cúbicos para hacer la muestra, quedando 940 centímetros cúbicos, pero con el tiempo la botella fue rellenada, y que no hay explicación para ello, y por eso no lo ponderó.
Durante la jornada de ayer también testificó el jefe de la Brigada de Homicidios de la PDI en el 2010 y una perito y químico.