¿Puede haber algo más repudiable e indignante, que el accionar vandálico destructivo y con robo sobre una escuela formadora de los niños que representan el futuro regional y del país? Más aún, si estos graves hechos delictuales se vienen repitiendo periódicamente y sin escarmiento alguno.
El caso más latente y elocuente es el de la Escuela Padre Hurtado en la población Mirasol, que ha sido 11 veces -léanlo bien, once veces- asaltada en las últimas dos semanas. Lo que involucra desmanes de todo tipo, como destrozos de mobiliario, artefactos sanitarios, ventanales, implementos de docencia, además de la sustracción de alimentos que se aportan a los escolares, junto con llevarse los cilindros del gas de la calefacción del establecimiento.
¿Cuánto tiempo más habrá que soportar este desastroso predominio de la delincuencia?
Y si acaso esos malhechores son menores de edad, ¿por qué no están cumpliendo sus deberes estudiantiles? Si así lo hicieran, estarían ocupados de sus tareas, de aprender y de hacer cosas buenas y constructivas. No de delinquir ni dañar a su prójimo.
Urge desatarse de la pasividad, del conformismo, de la indiferencia, del acostumbramiento. Porque esto pasa cuando no reaccionamos oportunamente a los embates delincuenciales, para frenarlos y extirparlos como corresponde en una sociedad civilizada. Como en este caso, en que una escuela esforzada y ejemplar -como la Padre Hurtado- sufre atentados destructivos y de robos, increíblemente, en 11 oportunidades en apenas 2 semanas. Y, lo más desconcertante, habiendo sido ese mismo plantel víctima de delitos similares años antes.
Es imperiosa una intervención más resuelta y contundente de nuestras policías y de las autoridades ministeriales de Educación, que son los responsables de la seguridad poblacional y de la formación de nuestros niños. Basta ya de permitir que los antisociales, burlándose de la ley y la tranquilidad pública, despojen de lo poco que tienen escuelas modestas como la de Mirasol y que con enormes sacrificios salen adelante en su noble misión educativa.