Con la celebración del Domingo de Ramos en la Catedral, que presidió el arzobispo monseñor Cristián Caro, ha comenzado otra Semana Santa en Puerto Montt, que se caracteriza por ser días de recogimiento, austeridad y solidaridad. Donde el alma se fortalece y acerca más a Jesús, el Hijo de Dios, recordando sus padecimientos y muerte de cruz -por la salvación humana-, junto a la gran esperanza de la vida eterna, tras la resurrección de Cristo que marca ese sublime destino más allá del paso efímero terrenal.
Abordando en la significancia de la bendición de los ramos, el pastor arquidiocesano expuso que ese recuerdo de la entrada de Jesús a Jerusalén, cual rey de amor, paz y misericordia, debiera repetirse en el presente, "para que reine en nuestra casa, familia, vida y trabajo, y también reine en Chile".
El arzobispo pidió a la cristiandad, en forma especial, en esta Semana Santa, acercarse más al Señor mediante la oración, la lectura evangélica y el sacramento de la confesión, así como asumir una actitud de caridad con el prójimo y participar en los actos programados en esta ocasión.
Por su parte, el Papa Francisco ha recalcado en Domingo de Ramos que "Jesús entra en Jerusalén para morir en la cruz. Y es precisamente aquí donde resplandece su ser rey según Dios: su trono regio es el madero de la cruz". Su reflexión recalca que Cristo no va allí para mostrar sus poderes ni recibir honores, sino que para sufrir humillaciones y dolores, para subir al Calvario y ser crucificado, todo por su amor salvífico de la humanidad.
Esta Semana Santa en Puerto Montt trae la grata nueva de que en el Viernes Santo venidero se reanudarán los víacrucis en la isla Tenglo, a las 5 de la tarde. Logro que se origina en la restauración recientemente realizada al camino de acceso al Santuario y Cruz en la cumbre de la puntilla insular.
Se trata de una obra esforzada y generosa, que ojalá sea el impulso inicial de un definitivo adelanto de identidad espiritual y turística, para Puerto Montt, desde su isla. Y desde esta Semana Santa.