Siempre en mi rol de parlamentario, he podido denunciar los abusos, los atropellos y los actos de corrupción, porque siempre en mi actuar he tenido una especial preocupación por la probidad y la transparencia. Pago mis impuestos, le debo mi casa al banco por los próximos 15 años y como cualquier chileno, he tenido la fortuna de dejar atrás una infancia difícil, una juventud con muchas precariedades, para alcanzar la posición política que hoy ostento y que ha sido refrendada multitudinariamente en votos, por el cariño y el aprecio de la gente. Pero en nuestro Chile, parece que eso no es suficiente. Si ves a alguien ascender, hay que derribarlo, menoscabarlo y en lo posible mancillarlo. Eso pasa, no sólo en la política, sino que en nuestra sociedad en general. Es lo que conocemos como "chaqueteo", una sutil forma de exteriorizar la envidia y las pequeñeces más extremas que a veces oculta el ser humano. Eso he vivido estos últimos meses desde que se supo que la NM me otorgaría el honor de ser presidente de la Cámara de Diputados. Pero cuando el "chaqueteo se transforma en infamias", por el honor de tu familia no puedes callar. Fui acusado en redes sociales que con dineros del Congreso había contratado a un jardinero para mi casa y esa burda acusación se cayó sola, cuando los instigadores de la infamia se dieron cuenta que equivocadamente se referían a la persona que administra un espacio que gratuitamente en Llanquihue al lado de mi hogar he entregado con cariño por largos años a la comunidad. El "Quincho del Lago", un orgullo que ha visto pasar a miles de personas y organizaciones sociales y religiosas. Me acusaron de haber obtenido un subsidio habitacional, pretendiendo hacer creer que era algo fraudulento y el SERVIU de manera categórica ha señalado que era un programa especial para trabajadores y que por 12 años pagué sagradamente mis dividendos al Banco. Ese hecho ocurrió hace aproximadamente 25 años cuando recién salí de la Universidad. Seguramente, la desesperación de esas almas enfermas de envidia en los próximos meses continuará con ataques. Me quedo con el cariño de la gente hermosa que por años ha conocido de mi trabajo.

Fidel Espinoza Sandoval.

Diputado de la República. Región de Los Lagos.

Siguen apareciendo buenas noticias para el turismo de Chile, incluyendo a nuestra Región de Los Lagos. Lo que viene a afianzar a la industria sin chimeneas entre los pilares determinantes de las economías del país y regiones.

El prestigiado medio comunicacional británico The Daily Telegraph, en su versión online, otorgó a Chile el primer lugar -en un ranking de 20 países- como el destino más recomendable para ser visitado durante el presente 2017. El nuestro superó a Canadá, India y España, en ese orden, entre otros países. La referida selección se fundamenta en méritos turísticos chilenos, como su calidad de "destino de aventura más deseable", basado en sus innumerables ecosistemas y biodiversidades, con 36 parques nacionales y algunos de los ambientes más extremos del planeta, con desiertos hasta islas subpolares y con la conectividad e infraestructura para acceder a ellos.

Nuestra Región de Los Lagos, junto al Archipiélago de Chiloé, La Araucanía y el valle del Elqui, a su vez, fueron destacados entre los 10 lugares de Chile dignos de visitarse este año, por otro rotativo inglés de connotación global, The Guardian.

Puerto Montt también ha alcanzado figuración relevante últimamente -en encuestas de empresas aéreas internacionales-, como un lugar preferido.

Además de los méritos propios de estos destinos turísticos, estas gratas nuevas en el rubro son los frutos que van madurando de los importantes esfuerzos nacionales de promoción realizados en el plano internacional y en mercados prioritarios como Inglaterra, Estados Unidos y Australia, como lo ha enfatizado la subsecretaria de Turismo, Javiera Montes. Lo que se refleja en los 5,6 millones de turistas extranjeros llegados a Chile en 2016, estimándose para el año actual 6,4 millones de visitantes.

Se trata de un espaldarazo más a la viabilidad de la inversión turística. Es decir, Puerto Montt y sus sectores público y privado deben dar preferencia a todas aquellas obras que faciliten al visitante el acceso a lo mejor de lo nuestro y en las mejores condiciones de seguridad y agrado.