Priscilla de Assis

En junio de 2016 empezó a regir una normativa en Chile que prohibe la venta y promoción de comida chatarra, alta en grasa o azúcar, al interior de los establecimientos educacionales. Eso, con el propósito de mejorar la alimentación de los escolares y reducir los altos índices de obesidad infantil en el país. Pero, ¿qué pasa con los negocios que están a fuera de los colegios?

Muchos son los locales de comidas ubicados en las cercanías de las escuelas, liceos y universidades del país; y en Puerto Montt no es diferente.

Jéssica Castillo tiene hace ocho años su negocio "Minimarket Patagones" ubicado en la calle Copiapó 44, donde diariamente circulan cientos de alumnos buscando algo para alimentarse o simplemente para endulzar la boca. "80% por ciento de nuestros clientes es estudiante, los cuales bajan por Egaña de diferentes colegios y universidades ubicados ahí", comentó la propietaria del local.

Entre la diversidad de productos que comercializa, Castillo destacó que el local está enfocado en los alumnos, ofreciendo servicios de impresión, fotocopia y anillado. Por lo mismo, su dueña buscó una alternativa de ofertar, además de los tan deseados dulces, kojac y helados, algo más nutritivo y saludable para su público. "Trato siempre de mantener alimentos saludables en mi negocio. Vendo más de 30 yoghurt con cereales al día, además de frutas picadas, barras de cereales, galletas de avena y sandwiches de jamón y queso", señaló Castillo, apuntando que, pese a esta oferta, son pocos los padres que llegan con sus hijos a comprar algo saludable. "Frente a una pataleta de los niños, sus papás les compran muchas golosinas y veo que los niños consumen eso a diario", reportó.

La Cafetería y Restaurant Kaffee Hauss, ubicada en el Strip Center de la calle Volcán Hornopirén, también está cerca de varios colegios de este sector y ofrece diariamente, a la hora del almuerzo, comida casera con dos opciones de menú, compuestos de consomé, plato de fondo, bebida y café, por un valor de $3.500.

Esta es una alternativa de colación saludable para los padres y alumnos que circulan por este sector; sin embargo, Mónica Poblete, propietaria del local, reconoció que también ofrece una variedad de comida chatarra, como papas fritas, pichangas, sandwiches, completos y crudos, asegurando que "no estoy conectada directamente con los colegios, por lo tanto, no me prohiben vender este tipo de comida".

Aurelia Naiman, posee un supermercado de abarrotes y alcoholes en la calle Egaña (La Negrita), y afirma que hay que tener conciencia y no vender a los niños cosas que les son prohibidas. "Tengo mi negocio de bebidas alcohólicas en un espacio separado y solamente empiezo a venderlos después de las 21 horas", aseguró Naiman.

El tiempo de circulación y la cantidad de vehículos que circulan en la ciudad, constituyen los argumentos presentados por el alcalde de Puerto Montt, Gervoy Paredes, al ministro de Transportes, Andrés Gómez Lobo, para que se realice una evaluación técnica tendiente a la aplicación de la restricción vehicular de un dígito en la capital regional.

La medida se aplicaría en el sector urbano y entre los meses de abril a diciembre, excepto el transporte público.

En la misiva -ver imagen- el jefe comunal le explica al ministro que el tiempo desplazamiento entre el centro y la ciudad satélite, puede llegar a los 90 minutos, en circunstancias que no debiese demorar más de 15 minutos.

Otro factor importante, a juicio de Paredes, es que a los 60 mil vehículos que componen el parque automotor de la comuna, se agregan otros 40 mil que guardan relación con quienes llegan desde otras partes para realizar trámites en la capital regional.

Todo ello -argumenta el alcalde- provoca una alta congestión vehicular en distintos puntos de Puerto Montt, en horarios puntas.

Y un ejemplo de ello lo constituye lo que sucede entre Alerce y Puerto Montt.

Turismo

Paredes le explica a Gómez Lobos que la condición turística de Puerto Montt lleva a que durante todo el año llegue mucha gente desde otros puntos del país, dado que la capital regional es la puerta de entrada a la Carretera Austral, Chiloé y a la Patagonia.

Para el edil puertomontino existe la necesidad imperiosa de contar con este mecanismo, con el fin de regular tanto el parque automotor de la comuna, como también los vehículos que están de paso.

Paredes anunció que pediría a la máxima autoridad de Transportes la generación de esta medida al momento de realizar la evaluación de lo sucedido el lunes, con el inicio de las clases.

Sólo en establecimientos municipales ingresaron a las aulas más de 22 mil alumnos.

De ahí que las autoridades pidieran -además- que la comunidad colaborara en el uso, por ejemplo, del transporte público. Todo ello tendiente a evitar la alta congestión que se produce en las mañanas, principalmente en distintos puntos de la ciudad.

La Cuesta Fourcade, Regimiento y la ruta hacia El Tepual aparecen como puntos donde se concentra un alto movimiento de vehículos, lo que genera enormes tacos y un lento desplazamiento para quienes transitan desde y hacia dichos puntos.

El tema de la congestión emerge como un aval -para las autoridades locales- de peso a la hora de requerir el estudio de implemento de restricción, aunque que a diferencia de Santiago, que sí la aplica, no sería por un tema ambiental.