Críticas y debates a nivel local y nacional, provocó un escrito del ex concejal de Puerto Montt -y aspirante al sillón alcaldicio- José Segura, quien trató a una figura televisiva de "maraco" por darse un beso con su pololo en una transmisión en directo.
De inmediato el debate calentó las redes sociales y también la discusión del boca a boca en nuestra zona. Al día siguiente el hombre de RN confirmó sus dichos, sobre su molestia ante el hecho visto por televisión, aunque detalló que lo que quiso decir fue "maricas", concepto con una similar connotación negativa para quien lo recibe.
Más allá de si estamos o no de acuerdo con la postura de Segura o de si nos parecen o no las posibles sanciones que podrían llegar -desde su colectividad-tras la evaluación de este tema, el revuelo provocado debe llevarnos a reflexionar sobre cómo utilizamos las herramientas de comunicación de la tecnología y, también, de qué manera las valoramos en nuestra vida cotidiana.
Es la moda últimamente, criticar, denostar e injuriar a otras personas mediante Internet. La excusa simplona de "las redes sociales son personales" tienen mucho de equivocación, porque si bien es cierto es un espacio de intimidad, la experiencia ha demostrado que siempre hay alguien que se dedica a divulgar comentarios hirientes hechos, en teoría, entre un grupo de amigos virtuales.
Los hechos desencadenados a partir de irreflexivas declaraciones tienen alcances inesperados, Facebook y, sobretodo Twitter, son nicho de gente odiosa y muchas veces mal intencionadas. Entonces, tal como lo intentamos en el día a día, de manera personal, intentemos ser amables también de manera virtual. La empatía es gratis y la buena educación se debe demostrar en todos lados.
Las herramientas sociales de internet tienen un poder casi ilimitado, aprovechémoslas para la crítica constructiva y para mejorar nuestra sociedad. Antes de escribir, piense, y solo si vale la pena, continúe.