Con el dulce perfume del reciente aniversario de Puerto Montt todavía rondándonos, es oportuno recordar los orígenes de la Bandera de esta ciudad capital regional y la necesidad de lucirla más profusamente en nuestros hogares en el transcurso de la tradicional Semana Puertomontina, en particular.
La historia revela un polémico nacimiento del emblema porteño, que fue entregado oficialmente a Puerto Montt el 12 de febrero de 1975, durante la administración municipal del en ese entonces alcalde Tótila Lintz Stange. El izamiento estuvo a cargo de la Reina Nadia I en el acto cívico del aniversario de la hoy capital de la Región de Los Lagos.
Los protagonistas de la controversia -en cuando a la autoría del diseño y hechura de la Bandera local- son el ex alcalde Tótila Lintz y el artista plástico Hugo John.
Lintz ha sostenido que la bandera se origina de un llamado a concurso, de iniciativa suya, cuyos 38 proyectos se conocieron el 27 de enero de 1975 en el municipio, tras abrir la urna el secretario Orlando Aravena. Pero, como ninguno satisfizo al jurado, la selección se declaró desierta. Ante lo cual se optó por confeccionar el emblema sobre la base de algunos de los elementos propuestos, junto a la creatividad de los organizadores.
La otra versión es la del pintor porteño John, quien subrayó ser el creador de la Bandera de Puerto Montt. En entrevista a El Llanquihue, hace algunos años, contó que -tras cuatro días de trabajo- logró configurarla. Incluyendo al centro de ella una lancha chilota en negro, en homenaje a los pescadores fallecidos en el mar, más los colores típicos azul y verde, entre líneas inclinadas para dar la sensación de permanente movimiento. Propuesta que habría sido presentada a la Municipalidad, lo que, sin embargo, no habría ocurrido, según miembros del jurado de aquel entonces.
Lo concreto es que hoy tenemos una hermosísima Bandera de Puerto Montt, que nos enorgullece y representa dignamente a nuestra ciudad. Y que está siempre presente en nuestro esforzado quehacer.