El "Kiel" sigue siendo el preferido de los amantes de mariscos y pescados
ADMINISTRADORA. Matrimonio propietario del establecimiento perdió su casa, no el restaurante.
A pesar del dolor de la pérdida de su hogar, de sus recuerdos personales que se fueron con las llamas, la familia Bauer Sangüesa continuó con sus labores en la administración y gestión del Restaurante Kiel. "Estamos al pie del cañón", dice su administradora Soledad Sangüesa, quien aún no se repone del impacto. Recuerda que nunca dejaron de atender público y clientes de tantos años, los que llegaron pensando en que era el restaurante, pero lo que en realidad perdieron fue la vivienda donde residen que queda al fondo del terreno donde se encuentra el restaurante, uno de los más antiguos de Puerto Montt. Soledad Sangüesa delegó el cargo de su suegra, Helga Birke, quien hace 10 años traspasó el establecimiento gastronómico a su hijo Jörg Bauer. Del siniestro no pudieron rescatar nada y no había seguros comprometidos. La familia había viajado ese sábado a Coñaripe para descansar junto a la familia de Soledad, después de la intensa jornada de fin de año. Tuvieron que regresar de inmediato a reconstruir su vivienda junto con seguir desarrollando el negocio gastronómico, con el mismo ánimo que imprimió su fundadora. El Restaurante Kiel se fundó en 1978 por la ciudadana alemana Helga Birke, quien lo trabajó con dedicación por 39 años. Eran tiempos difíciles, socialmente, en Puerto Montt; sin embargo, el local se dio pronto a conocer .
Incluso fue un lugar obligado de los amantes de la buena mesa, de los turistas, que habían escuchado su atractiva construcción y decoración.
Un inmueble sencillo, de grande ventanales y con una ambientación marina, que llamaba a conocerlo, que invitaba a soñar sentados frente al mar, frente a la Isla Maillen, rodeados de un jardín multicolores. La infraestructura tiene hoy tres comedores, todos diseñados en forma natural, engalanados con un bar y hall, decorados con restos náuticos y con mucha habilidad y maestría en la ornamentación.
En ese medio, estaba la sonrisa afable de su dueña, Helga, que por el pasar de los años prefirió dejarlo a su hijo Jörg, casado con Soledad Sangüesa, quien es la continuadora del negocio. El Kiel es uno de los cinco restaurantes más antiguos que han sobrevivido en las últimas cuatro décadas en Puerto Montt. Su especialidad culinaria está basada en mariscos y pescados. Todos los días preparan curantos y son comentados sus chupes, y también "el jardín del mar que ha sido muy famoso, conocido mundialmente", añade, quien atribuye al éxito que ha tenido, especialmente por la competencia fuerte que se vino con el "barrio Suecia puertomontino", a la permanencia por muchos años del personal y en especial de la maestra de cocina y de mantenerse en la carta tradicional típica de la zona.