Correo
A la memoria de Juan Cortés
Por mi formación de hombre católico, me adhiero siempre al dolor de mis semejantes, especialmente cuando se producen muertes de personas que han compartido mis principios; como el caso de mi distinguido amigo, arquitecto Juan Cortés Olmedo, quien falleciera recientemente en Valparaíso, a raíz de una caída cuando caminaba por una de las calles de esa ciudad.
Juan era un persona jovial, solidaria, correcta, siendo un distinguido y exitoso arquitecto, quien durante muchos años fue puertomontino de corazón, y que por conocerlo muy bien como profesional, muchísimas veces, servimos él como arquitecto y yo como corredor de propiedades, cooperar con personas de escasos medios económicos que necesitaban hacer sus propias viviendas, al efecto, recomendé a él para que los atendiera y aconsejara cómo hacer algo bueno de acuerdo a sus presupuestos, cosa que hacía con alma buena, les cobraba generalmente a valores del 50% de los honorarios, y no pocas veces, a la gente de recursos, que debían acogerse a la Ley del Mono, no les cobraba y les decía con una amable sonrisa "a tu gente no les cobré, y me agregaba estoy ganando indulgencia tuyas y mías.
Y no fueron pocas veces porque me hizo valorizar su generosidad que sin ser de mi Partido, compartir mi manera de vivir; por eso he sentido la necesidad de recordarlo gratamente y como hombre católico, estimo que ya está en manos de Dios.
Con respecto a su vida familiar, sé poco, pero sé que era casado con la distinguida dama Elena Rabba Manzur, tuvieron 3 hijos: Pablo, doctor cirujano dentista, propietario de la moderna y acreditada Clínica ubicada en calle Copiapó de nuestra ciudad, donde atiende junto a su esposa, también odontóloga; Mauricio, ingeniero civil electrónico, radicado en Santiago; y Cecilia, abogada residente en Quilpué.
Mi amigo Juan fue una persona de valores, que intentó lograr constituir una empresa Constructora y lo hizo junto a su colega José Cabero (QEPD) denominada Los Canales; una de ellas fue la PCovipal en nuestra ciudad, la cual fue todo un éxito, la que no continuo debido a la crisis política, social y económica del gobierno de Unidad Popular 1970-1973, anduvieron por el suelo con la empresa, se supieron salir adelante gracias a su esfuerzo y tesón como profesional: ambos socios dejaron un precedente de responsabilidad profesional a quienes fuimos sus amigos, sabemos que fueron honorables, que siempre dieron satisfacción a quienes sirvieron.
Amigo Juan, descansa en paz.
Héctor Duhart Lagos
¿Clínica acreditada?
Pongo en vuestro conocimiento un reclamo que ingrese a través de OIRS en la Clínica Universitaria de Puerto Montt. Hace algunos días, realizando trámites en admisión de dicha clínica, me di cuenta que no existía una puerta en el ingreso de la clínica, exponiendo a los pacientes y los trabajadores al frío, producto del viento.
No puede ser que un recinto de salud que dice ser acreditado no pueda arreglar algo tan simple como una puerta de acceso, lo que preocupa a la hora de pensar en otro tipo de atenciones que realiza esta clínica.
Solicito que este caso sea solucionado con prontitud por quienes tienen la responsabilidad de hacerlo. Con ese tipo de señales podrían demostrar cuánto les importan sus pacientes y trabajadores.
Martha Coz Saavedra
Violencia intrafamiliar
Nabila, mujer víctima de un ataque brutal ha confirmado a su ex - pareja como el autor de la agresión que la mantuvo alrededor de dos meses en un recinto hospitalario.
La evidencia de varias investigaciones indica que no es posible dar cuenta de un perfil único de agresor; no obstante, dicha evidencia entrega datos bastante claros que contribuyen a identificar aspectos comunes en casos de violencia intrafamiliar y factores de riesgo sobre los cuales habría que intervenir. Los hallazgos evidencian la relevancia que el modelo dominio-sumisión tiene en los agresores y la situación de aislamiento que caracteriza a las víctimas; así como la presencia de algunos factores de riesgo: la tendencia a la minimización de conductas violentas, la pasividad en varios actores y la falta de intervención oportuna hacia quienes ven, sufren y emiten conductas violentas en momentos tempranos del desarrollo.
Las implicancias de lo anterior, obligan a enfatizar la necesidad de una perspectiva ecológica que conceptualice la violencia intrafamiliar como un problema de salud pública, que incorpore estrategias de prevención y promoción, así como estrategias efectivas de intervención oportunas, donde la identificación de factores de riesgo y de factores protectores es esencial
Ana María Salinas M. Facultad de Psicología, U. del Desarrollo.