Calidad de buses
Por razones familiares debí viajar a Valparaíso, para lo cual adquirí pasajes en la empresa ETM, considerando la información que tenía en cuanto a la calidad del servicio en esta empresa a un costo de $ 24.000.- por persona.
Saliendo de nuestra ciudad a las 18.30 horas, notamos, con mi señora, que la temperatura interior no era la mejor, ya que sentíamos frío en las piernas, problema que se solucionó cerca de medianoche, completando el resto del viaje sin novedad. En la mañana nos ofrecieron un vaso de café acompañado de un cereal que no me pareció lo mas adecuado.
Para regresar a nuestra ciudad y por consejo de nuestra hija, adquirimos pasajes en Bus Norte a un costo de $ 19.000.- por persona. Para qué decir que este viaje no tuvo punto de comparación con el que habíamos hecho de ida, ya que nos proporcionaron una frazada y una almohada (en ETM no facilitan almohada) después una muy buena mini cena caliente con un vaso de bebida, sobre una bandeja que se adosa al asiento y en la mañana un vaso de café con un queque y una galleta. Al escribir esta nota sólo me ha guiado el deseo de dar a conocer un buen servicio y que no siempre es el de mayor valor.
ALDO FORNO B.
Conciencia pingüina
Soy usuaria y estudiante permanente de los buses interurbanos, viajo constantemente desde la comuna de Fresia hacia la ciudad de Puerto Montt, mi experiencia ha sido un poco chocante ver jóvenes de colegios e instituciones de "formación educacional", NO CEDER, el asiento a personas mayores, mujeres embarazadas o personas con discapacidad.
Una tarde de un día sábado, cuando regresaba a mi ciudad un señor paró el bus en la cercanía del Hospital Base y como iban casi todos los usuarios sentados y algunos dos o tres de pie (me incluyo), consultó dos veces con voz humilde, si había alguien que cediera el asiento para su señora que iba saliendo recién del hospital, nadie respondió a su petición, se me hizo un nudo en la garganta, una presión en el corazón y una estampa en mi mente que no olvidaré.
Que ganas de haber hablado en ese momento, pero se supone que todos tenemos cultura ciudadana, por lo tanto callé. Me imagino cual será la condición hoy día de aquella familia, si la señora estará confortable en su hogar o regreso al hospital, me pregunto qué pasará en la mente de los jóvenes que iban viajando. ¿Se acordarán del tal hecho? ¿Habrán recapacitado frente a tal situación? Por lo menos yo aún no lo supero.
MIRIAM QUINCHAHUAL.
Aclara
En el reportaje publicado el pasado 21 de mayo que alude a la disputa entre los socios del Tennis Club en La Vara de propiedad de la sociedad denominada Club Deportivo H & H Limitada, de la cual somos socios en iguales partes el suscrito y el señor Juan Carlos Hausdorf, el "asesor legal" de éste último, quien curiosamente se esmera en no identificarse pero que sería el abogado Christian Löebel, me hace una serie de imputaciones desmedidas, temerarias y falsas que mancillan mi honra, y que requieren de un categórico desmentido de mi parte.
En efecto, me imputa la realización de diversas maniobras, entre otras haber constituido una entidad sin fines de lucro para poder seguir explotando las canchas del club, sin que los dineros hayan ingresado a la sociedad: Ni lo uno ni lo otro es cierto, desde sus inicios todos los ingresos del giro del club han ingresado al mismo, y se encuentran debidamente contabilizados y respaldados. Por lo demás la corporación sin fines de lucro aludida fue formada en el año 2008 con el exclusivo propósito de poder postular a donaciones para la realización de proyectos deportivos para sectores vulnerables conforme a la ley del deporte, y los fondos obtenidos por esa vía en los casos en que tales proyectos fueron adjudicados, ingresaron íntegramente a la sociedad "Club Deportivo H & H Limitada" a título de arrendamiento de canchas por la realización de tales eventos. Tan cierto es lo expuesto, que por algo la querella que en su momento interpuso el estudio del señor Löebel en mi contra con base a estas mismas imputaciones, fue tempranamente desestimada por el Ministerio Público.
Ciertamente, la escasa protección que nuestras leyes brindan a la honra de las personas, son un aliciente para que se siga jugando con la honra ajena desde la penumbra del anonimato, especialmente cuando el derecho no acompaña. En el caso del club de tenis, resulta indisimulable el propósito del señor Hausdorf de querer apropiarse del mismo, pero sin pagar su precio, o sea, a mis expensas, y todas las falsedades que inventa en mi contra y que sus asesores legales siguen inexplicablemente avalando van en ese sentido. Indigna e ilegítima tal finalidad, como los medios empleados para su consecución.
ROBERTO HADIDA.