La importancia de regularizar
El Título de Dominio da seguridad, consolida el patrimonio y otorga libertad para disponer del inmueble e invertir en él. Para los sectores de menores recursos es una herramienta para mejorar su calidad de vida, ya que les permite acceder a beneficios sociales como la pavimentación de calles, casetas sanitarias, asistencia crediticia de INDAP, FOSIS y SERCOTEC, subsidios habitacionales, forestales y de riego.
Pero ¿qué se entiende por Titulo de Dominio? Es un documento en que se señala quién es el dueño de una propiedad; por tanto, la irregularidad del Dominio de la Propiedad Raíz es la tenencia material (directa o indirectamente a través de otra persona) de un bien raíz que no está inscrito en el Conservador de Bienes Raíces respectivo a nombre de quien actúa como dueño o propietario del mismo. Se puede producir por la transferencia o transmisión mal efectuada o inconclusa (existe un título), ejemplo: compraventa sin escritura pública, herencia no tramitada, venta de mejoras, y la simple situación de hecho: posesión sin documento que la avale. Los problemas que produce el no contar con el Título de Dominio Vigente, es la disminución del valor comercial del inmueble, la Imposibilidad de transferir en el inmueble, el Riesgo de invertir en el inmueble y la Imposibilidad de acceder a subsidios estatales donde el título de dominio es requisito.
Las formas ordinarias de cómo adquirir una propiedad pueden ser: escritura pública (acta de partición, escritura de compra y venta, etc.) firmada por el comprador y el vendedor en una notaria (cualquiera); luego, el comprador adjuntando copia de escritura pública firmada en una notaria, requerirá al Conservador de Bienes Raíces, respectivo, la inscripción de la propiedad.
En casos cuando ha fallecido el propietario y éste no dejó testamento (situación habitual), su herencia se denomina intestada y la tramitación de la Posesión Efectiva se hace ante el Servicio de Registro Civil e Identificación (SRCEI), y no es necesaria la intervención de un abogado. Es conveniente que este trámite se haga cuanto antes, ya que con el paso del tiempo los bienes pueden perder valor o comenzar a ser usados por quien no corresponde.
Se recomienda que al comprar una propiedad, la persona o familia se asesore con un abogado, el que debe realizar el estudio de título de la propiedad. Redactar la escritura pública de compraventa de la propiedad, para, luego, protocolizar la escritura ante notario, y posteriormente inscribir ésta en el Conservador de Bienes Raíces.
CLAUDIO FERRADA SEPÚLVEDA. Seremi de Bienes Nacionales Región de Los Lagos.
Deterioro de Casa Pauly
Soy de Puerto Montt y me encuentro radicado en Quilpué.
La semana pasada viajé a mi ciudad natal y quise conocer la Casa Pauly.
Mediante el Diario el Llanquihue, me impuse que este inmueble está considerado patrimonio regional y que será remozada para utilizarla como museo y/o actividades culturales.
El día 3 de diciembre, concurrí a la dirección de dicho inmueble para visitarla y me encontré con la sorpresa que la casona se hallaba en condiciones deplorables y da la impresión que pronto será demolida, por su actual condición.
Como puertomontino, le sugiero que el organismo correspondiente, instale algún letrero que indique al visitante que esa casona está en proceso de remodelación o, por último, que se le dé alguna manito de pintura (mientras tanto).
HERNÁN REYES RUIZ.
Hijos dependientes
La súper protección a los hijos termina por transformarlos en personas dependientes, no sólo en la niñez, sino que también cuando son mayores y deben asumir otras responsabilidades .
Un hijo dependiente pierde la capacidad emocional y la personalidad para desenvolverse solo. Siempre estará y aceptará la influencia de sus padres, un a costas de dejar de lado sus obligaciones y decisiones más personales.
Si bien la obligación de los padres para con sus hijos es: criarlos-alimentarlos-vestirlos-darles proteción-un buen hogar y una mejor educación, también hay un límite y ese límite es cuando nuestros hijos ya deben independizarse.
Todos los padres, por naturaleza, nos aferramos a nuestros hijos, y nos gustaría que siempre estuvieran a nuestro lado.
Muchas veces, no nos damos cuenta o no queremos asumir, que tarde o temprano nuestros hijos tendrán que partir y formar una nueva familia.
Tenemos que acostumbrarnos a la idea de separación y que ya no serán parte de nosotros. Tenemos que cortar el cordón umbilical aunque nos duela.
JORGE VALENZUELA ARAYA.