Adelantos a la vera del Mundial Sub 17
Buenas canchas para el sufrido fútbol amateur y una mejor conectividad, dejó el reciente Mundial Juvenil de Fútbol. "Otros beneficios -provenientes del turismo- son de más largo plazo, pero son un capital seguro que sin duda recompensará a la admirable hospitalidad puertomontina"
Aparte de las críticas e inconformismos surgidos tras el desarrollo -en general exitoso- de la realización de una de las subsedes en Puerto Montt de la Copa Mundial Sub 17 de Fútbol, hace bien a la madurez ciudadana y al temple organizativo de grandes eventos que aquí se cultiva, tomar en cuenta todas las impresiones de la gente respecto de ese suceso y, al mismo tiempo, efectuar un serio balance del esfuerzo realizado. Y de esa manera ir pensando en mejorar lo hecho y en postular a nuevos desafíos de esa envergadura, que paulatinamente van situando a esta ciudad entre las capitales importantes de nuestro país.
¡Que cuando se diga que estamos para grandes cosas, pues, lo estamos!
Hay que reconocer frutos trascendentes que dejó nuestra participación en la gran justa del fútbol internacional del futuro, como las importantes obras de progreso deportivas que se llevaron adelante para atender en los entrenamientos de las delegaciones mundialistas. Y aunque no fue posible terminarlas completamente y en sus detalles, fueron útiles a la misión encomendada. Y lo fundamental -ahora- es abocarse a completar la habilitación total de esos recintos, particularmente el del Club Antonio Varas, que mucha falta le hace al fútbol amateur y a ese vasto sector poblacional. Son estas responsabilidades contraídas a raíz del mundial juvenil, que la comunidad espera con ansias se materialicen oportunamente.
Con el referido evento, también se ganó en materia de conectividad urbana, siendo la obra de mayor impacto social la de la cuesta de Los Espinillos, que será y ya es una relevante contribución al descongestionamiento y fluidez del tránsito en el sector poniente de Puerto Montt.
Los apuntados son los beneficios tangibles que derivan de la experiencia mundialista. Los otros dividendos -provenientes del turismo- son de reacción a más largo plazo. Pero son un capital seguro que en el mediano tiempo reportará su recompensa a la admirable hospitalidad puertomontina, que tan buena impresión causó entre los extranjeros huéspedes.
Llenar el Estadio es otro compromiso frustrado, que urge corregir y superar en adelante.