Nombres para calles
Ante la inquietud por los nombres de las calles que no lo tienen, propongo algunos: Inés Gallardo Alvarado, recordada profesora y poeta portomontina; Constantino Kochifas Cárcamo, empresario y creador de empresas; Juan Almonacid Soto, con su esfuerzo e inteligencia formó una empresa que entrega trabajo en varias ciudades; Manuel Córdoba Álvarez, recordado sacerdote y amigo; Benedicto Piccardo Olivos, profesor y rector querido por sus alumnos y colegas; Carlos París Maldonado, profesional aviador que entregó su vida al servicio de los demás; Francisco Javier Smythe Treuer, artista innato amante de la pintura; Los Iracundos, conjunto folclórico inolvidable; Alberto Rencoret Donoso, primer arzobispo de Puerto Montt; Hilda Fuentealba Aravena, educadora ejemplar; Manuel Vargas Pérez, recordado dirigente deportivo; Guillermo Ebel Beiler S,J, sacerdote y científico de prestigio nacional; Enrique París Brulé, para muchos, el mejor futbolista de nuestras canchas; Eugenio Fernández Wellmann, amante del Derecho; Manuel Maldonado Barría, nuestro recordado pintor Manoly; Raúl Palma Vera, locutor de radio de prestigio a lo largo de Chile; Carlos Rodríguez París, sacrificó su vida sirviendo a los pobladores de El Bolsón; Narciso García, Barría, recordado profesor primario y artista ejemplar; doctor Carlos Bize Ramos, médico y humanista destacado; Félix Galilea Martínez, hizo de Pto. Montt su segunda patria y señalado dirigente de la causa de los bomberos.
El nombre de "Evaldo Hohmann Junemann", recordado Director de su diario, lo propongo como justo reconocimiento para la vía elevada en construcción. Sus sobrados méritos los expondré con más detalles en otra oportunidad. Ahora sólo adelanto que el antiguo Hospital Regional (1939) y el posterior Hospital Base (1965) contaron con la iniciativa y apoyo irrestricto de don Evaldo.
EDUARDO TAMPE MALDONADO. S.J.
Escándalo en la FECH
El escándalo de la FECH nuevamente coloca en el debate los cuestionamientos que existen a la legitimidad de las agrupaciones estudiantiles. Sucede que la federación de una de las universidades más importantes del país necesitó eliminar del padrón electoral a sus propios escrutadores con derecho a voto para legitimar sus elecciones.
Más allá de lo escandaloso de la situación, esto debe hacernos reflexionar sobre la participación que existe en estos procesos aparentemente democráticos, pero que por el grado de participación, ponen en tela de juicio la verdadera representación que tienen en sus propios votantes.
La FEUC dentro de sus estatutos establece como quorum mínimo para validar sus elecciones el 50% del padrón electoral, porcentaje que fue más que superado en las elecciones pasadas, llegando aproximadamente a un 66% del padrón. Sin perjuicio de ello, la CONFECH decidió quitarle la vocería a la federación más representativa de sus bases y puso a aquellos que no cumplen ni siquiera con sus propios estatutos.
En este momento, en que se critica la credibilidad de nuestras instituciones, nos damos cuenta que aquellas que son las primeras en alzar la voz frente a los casos de corrupción están casi tan corrompidas como el árbol en donde crecen.
JORGE SÁEZ. Estudiante de Derecho.
Televisores en hospitales
Tiempo atrás, un lector envió un comentario, en relación con los televisores en hospitales y consultorios. Tenía mucha razón en su apreciación, pues se supone que dichos televisores están para entretener a los usuarios mientras esperan atención. Lamentablemente, las buenas intenciones quedan solamente en eso, pues en el interior de los recintos hay mucha interferencia.
Por lo tanto, las transmisiones no son claras y las imágenes se distorsionan.
En conclusión: No todo es tan malo, pues las rayas se ven claritas y los usuarios se entretienen contándolas.
JORGE VALENZUELA ARAYA.
Pensar Chile...
Tal como todos los procesos históricos y sociales, se puede inferir que el gran valor de la cultura de cualquier generación, será aprender de las lecciones del pasado para entender y enfrentar el presente y proyectar el futuro. "Semillas de Futuro" son las que necesita nuestro país, nadie puede estar ausente y menos ser pesimista, la propuesta del libro homónimo de Francisco Chahuán tiene esa gracia de ser transversal y pensar más allá de la coyuntura. Quizás es tiempo de comenzar a plantearnos el Chile que queremos legar a las futuras generaciones. Claramente, nadie puede estar ausente. Pensar en el valor de la solidaridad y la libertad es clave, tal como el respeto y la responsabilidad.
JOSÉ CARLOS MEZA PEREIRA.