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Fueron seis horas, que Sebastián (13 años) estuvo fuera de su hogar, lo que se convirtió en una pesadilla para sus padres y hermana, que lo buscaron hasta la noche del lunes; enterándose después la familia de la experiencia que el joven había vivido, y de la cual logró salir por un curioso dato: los delincuentes se habrían equivocado y secuestraron al estudiante equivocado.
El relato efectuado por Enrique y Jessica -los padres del menor- es dramático, porque durante las primeras horas de búsqueda, sus intentos por denunciar el hecho en Carabineros no dieron resultados. Lo que se sumó a la incertidumbre de saber dónde estaba Sebastián. Tras ello, la investigación quedó a cargo de la Brigada de Homicidios de la PDI, e incluso ayer en la mañana Carabineros de Mirasol comunicó a la familia de una medida de protección emanada desde la Fiscalía.
CONSULTAS
El estudiante de octavo básico del colegio Bosquemar, en el sector del mismo nombre en Mirasol, salió el lunes como siempre a las 15.25 horas. Desde el recinto educacional a la casa, no son más de cinco minutos de trayecto caminando.
"Primero, hicimos todas las consultas al colegio, con sus compañeros de curso y profesores, y comenzamos a buscar a las 16.50 horas", relató el padre del adolescente, Enrique.
"Fuimos al colegio y ya todos se habían ido. Pensamos que no quería llegar a la casa porque se había sacado una mala nota o que se había peleado con un compañero; pero a esa altura ya estábamos desesperados. Mientras buscábamos, nos encontramos con una patrulla de Carabineros y empecé a explicar que llevaba perdido una hora y el carabinero se empezó a reír y a preguntar a qué hora había salido, y como no era mucho el avance lo descartamos y seguimos buscando", anotó la madre de Sebastián.
Jessica, al continuar, mencionó que como los funcionarios de Carabineros no reaccionaron, más tarde decidieron ir a la Subcomisaría de Mirasol. "En la Subcomisaría pedimos atención y nos dijeron que teníamos que esperar y seguir el protocolo, pero ya estaba oscureciendo y nuestro hijo no aparecía. Salí a la calle y llamé a la PDI y cuando volvimos a la casa los funcionarios de (Policía) Investigaciones ya estaban allí", manifestó. Enrique añadió que posteriormente Carabineros llegó alrededor de tres oportunidades para que hagan la denuncia.
COLEGIO
El papá agregó que a su hijo lo intimidaron a la salida del colegio. "Fue a 7 metros de la puerta que a mi hijo lo abordaron y lo llevaron a un sitio eriazo que está frente al colegio. Allí lo tuvieron como media hora y como mi hijo no andaba con su teléfono y al no saber nuestros números lo dejaron, pero antes le pidieron la mochila y el polerón. También, le hicieron escribir una nota en un papel que partía diciendo 'tenemos a su hijo, está bien cuidado...' pero en la parte posterior de la hoja mi hijo escribió 'ayúdenme'. Tras ello mi hijo se dio cuenta que ambos jóvenes, bien vestidos de entre 18 y 20 años, sostuvieron una discusión, y decían que se habían equivocado de niño", relató.
Tras la denuncia y la inspección de la PDI en el sitio del suceso, fue encontrada la mochila del niño, el polerón y el papel que pretendían utilizar los presuntos plagiadores para pedir rescate. Los medios de prueba fueron entregados al Lacrim en la PDI, para ser sometidos a peritajes, pero además los delincuentes no se llevaron las especies personales del niño y menos el dinero que tenía en la mochila.
El niño fue obligado a bajar hacia Chinquihue por la cuesta Los Espinillos. Llegó a la Universidad de Los Lagos, y pese que había gente, nadie le preguntó nada. Tras subir el cerro cerca de la pesquera Transantartic, llegó al penal de Alto Bonito. En las casas del sector había gente, pero sólo se limitaron indicarle como llegar a Bosquemar, pero no hubo llamado a los organismos de emergencia.
Sebastián fue encontrado por el esposo de una profesora del colegio Bosquemar, con rasguños en las piernas y los brazos por las ramas, embarrado y con hipotermia. Fue evaluado médicamente y ahora su condición de salud es buena, pero está choqueado y con licencia descansando en su casa.
Los padres de Sebastián quisieron hablar de la mala experiencia que vivieron el lunes, "para que la gente sea más sensible y cuide a sus hijos. Si yo veo a un niño en las condiciones que andaba mi hijo, todo embarrado, con ropa de colegio, por lo menos pregunto qué le paso, y lo ayudo", anotó Jessica.
REUNIÓN
El gobernador Juan Carlos Gallardo estuvo con la familia. "Le hemos ofrecido ayuda psicosocial a través del Centro de Atención de Víctimas del Ministerio del Interior, pero además queremos realizar una reunión en el colegio para tener un plan ante este tipo de hechos. Es un suceso muy inusual y no puede volver a ocurrir", argumentó.
Fernando Peters, director del colegio Bosquemar, confirmó que el caso ya está en manos de la Fiscalía, "y el protocolo está activado, Carabineros en lo suyo lo que es vigilancia y la PDI en lo que es la investigación, pero además hemos decidido que en el colegio se ubiquen cámaras de vigilancia en el exterior", indicó.
Para Peters, "se sabe que el objetivo era pedir un rescate, pero esta vez la sacamos barata, y programamos una charla para todo el colegio bajo el prisma de un psicólogo, y la idea es dar tranquilidad a los padres, porque fue una experiencia bastante fuerte para el alumno, pero terminó bien para él", manifestó.