Mañana, cuando sean realidad cotidiana los viajes aéreos a lo largo de la república, los que recorran seguros en aviones confortables mirando desde lo alto el agrio y desolado desierto, la intrincada maraña de sus cerros, tal vez no recordarán cómo se ganó eso, a costa de qué esfuerzos, de qué abnegados sacrificios de unos muchachos valerosos que quisieron vencer las dificultades, los peligros y la muerte": Palabras del Comodoro Arturo Merino Benítez respecto a cómo debía atesorarse y reconocer los tempranos arrojos que dieron paso a la aviación chilena. Nacida el año 1930, la Fuerza Aérea de Chile ha mantenido un rol importante en su labor fundamental de la Defensa del país. Respecto al empleo polivalente de sus capacidades, este verano no fue la excepción con los incendios forestales ocurridos en la zona centro sur e invierno altiplánico que afectó al norte. En este sentido, la FACh trasladó brigadistas y material especial en sus aeronaves a diferentes regiones del país, participó con helicópteros equipados con sistema de lanzamiento de agua, que se sumaron a las tareas de combate directo a siniestros y empleó aeronaves no tripuladas, cuyos sensores permiten detectar y monitorear focos de incendios a más de cien kilómetros de distancia. En cuanto al invierno altiplánico, se trasladaron víveres además de evacuar a compatriotas, siendo utilizados helicópteros de transporte mediano MH-60M Black Hawk. Hoy vemos una ciudadanía que exige de sus autoridades e instituciones del Estado elevados estándares éticos en su comportamiento. Para fortalecer este aspecto, se presentó al Ministerio de Defensa un "Código de Ética, Conducta y Buenas Prácticas", documento rector para promover la permanente observancia y respeto a un conjunto de principios, valores y virtudes por parte de los integrantes de la Fuerza Aérea. El apoyo a los ciudadanos y estrechar la cercanía con la sociedad es una prioridad constante desde nuestros inicios, siendo pertinente que los chilenos conozcan las capacidades de su Fuerza Aérea, instándolos en este nuevo aniversario a confiar en una institución profesional, tecnológica, altamente preparada.

General del Aire Arturo Merino Núñez.

Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea de Chile.

Con las alas desplegadas, la vista fija en el horizonte y el corazón siempre ansioso de cumplir su misión de custodios de la soberanía y de servicio a la comunidad, vuela cada vez más alto -en el firmamento de la grandeza por el bien nacional-, la Fuerza Aérea de Chile, FACh, que hoy 21 de marzo conmemora su octogésimo noveno aniversario de fecunda, noble y valerosa existencia.

Señera institución que se encuentra profundamente arraigada en nuestra zona y en el alma de sus habitantes, sobre todo de quienes residen en los más apartados lugares de su fraccionada geografía. Una larga y sólida relación de la FACh con Puerto Montt y la región sur austral del país, que se remonta a un histórico episodio registrado el 27 de julio de 1929: la creación de la Escuadrilla de Anfibios N°1, la cual se asentó en la localidad de Chamiza e inició sus actividades el 29 de noviembre del mismo año. Tarea que consistió en una esforzada misión de reconocimientos y habilitación de las líneas aéreas militares y comerciales, que con el transcurso de los años consolidarían la unidad territorial desde Puerto Montt hasta Magallanes.

Fue así, como al alero de la base de Chamiza -donde también se forjó el espíritu chamizano- fueron naciendo, entre otras, la Línea Aérea a Puerto Aysén y la Línea Aérea Experimental a Magallanes, el establecimiento de la Línea Aérea Nacional estatal, así como la creación del Club Aéreo de Puerto Montt. Todas instituciones que se sumaron a la colonización alada de amplios territorios, como son hoy en día la Provincia de Palena y la Región de Aysén.

Así también, a la Fuerza Aérea de Chile le cupo un rol preponderante y clave tras el terremoto de 1960, que causó devastadores estragos, desolación y muerte en esta zona. La FACh puso en marcha un auxiliador puente aéreo, con base en el Aeropuerto El Tepual. Fueron valerosos y eficientes operativos, que salvaron muchas vidas, transportaron damnificados y socorrieron con alimentos y vituallas a las familias más agobiadas. Por eso y mucho más, los sureños tanto quieren y admiran a sus aviadores.