El poder de las alianzas, como estrategia para desarrollar un negocio cobra fuerza en Chile y representa un cambio de paradigma de cómo mejorar las perspectivas de éxito en el mediano plazo. El resurgimiento del sistema de asociatividad y cooperativismo regresó como un fenómeno que se ganó el derecho a ser inscrito en la frondosa agenda del gobierno del Presidente Piñera, quien a través del ministerio de Agricultura e instituciones afines se encuentran organizando y fomentando la participación especialmente de un segmento importante perteneciente al mundo rural. Quienes hemos seguido de cerca este cambio radical en la relación entre personas, podemos afirmar que el sistema es para los pequeños agricultores una posibilidad para asociarse y poder obtener mejores beneficios, para poder postular a proyectos de fondos concursables, para tener acceso al crédito y puede ser una opción cuando se tiene poca tierra, cuenta con pocos recursos que poner para darle seguridad a la banca, experiencias que he vivido por estar familiarizado con las actividades campesinas dedicadas a producir la tierra. Los pequeños agricultores entienden que en la unión está la posibilidad de la negociación de mejores precios y en el acceso a créditos, un problema siempre presente cuando se encuentran con que la banca, muchas veces, discrimina sin tener argumentos y genera discriminaciones hacia las mujeres y sobre los agricultores más pobres, abriendo una brecha entre los que tienen menos recursos versus los que tienen más recursos, a pesar de que los estudios afirman que los más vulnerables, son mejor pagadores e igual las mujeres. Esta asociatividad formal es sumamente importante para obtener herramientas y trabajar unidos por una misma causa: producir alimentos, formar parte de una cadena alimentaria que parte de la región de Los Lagos hacia las regiones del Norte y el mundo. En el sistema, los pequeños agricultores pueden asociarse, por ejemplo, en la producción de vino, cuando próximamente se va a presentar a consideración de la Cámara de Diputados un proyecto que rebaje la graduación de alcohol, abriendo en la zona sur un amplio margen de negocio.

Harry Jürgensen Rundshagen.

Diputado (RN) de la República. Región de Los Lagos.

Es imperioso aportarle un mayor desarrollo turístico a la simbólica isla Tenglo, cuyo descuido en este aspecto, hoy en día, continúa mostrando y acentuando el increíble desperdicio que represente en el marco del desarrollo de la industria sin chimeneas de Puerto Montt.

El contraste con la ciudad-puerto es demasiado evidente, sobre todo para los visitantes. No conciben ni entienden, que ese ícono insular, que es el gran sello distintivo marítimo local, permanezca tan divorciado de la modernidad que va adquiriendo, a paso crecido, la capital regional.

Y menos se explica el forastero, que la condición de estancamiento y subdesarrollo de Tenglo llegue al extremo de tanto desaseo en plena temporada veraniega turística. Uno de sus principales atractivos y símbolo religioso -el Santuario Cruz de Tenglo- en sus cercanías y derredor, incluyendo el mirador natural allí existente, llaman la atención por su repelente suciedad -con toda clase de desechos-. Lo que no solamente es un reflejo de desidia y despreocupación, sino también de burda incultura ciudadana. Son serios puntos en contra del turismo de excelencia que aquí se anhela establecer.

Es perentorio erradicar esas malas costumbres y, al mismo tiempo, acondicionar bastante mejor -aunque sea básicamente- a la isla Tenglo. Sobre todo, con una más óptima conectividad. Para recorrerla y disponer de buenos accesos a sus principales atributos. Especialmente, tratándose de su recurso más visible, como lo es su enclave espiritual con la gran Cruz en la cima de la puntilla de la isla. Donde, incluso, se proyecta habilitar un llamativo parque urbano que la enlace con Angelmó, como un significativo conjunto digno de disfrutarse.

Tenglo,- por su importancia turística y representatividad de Puerto Montt-, amerita una mayor integración al desarrollo local, comenzando por incorporar esta señera isla al magno plan de desarrollo del borde costero que se viene para Puerto Montt. Con ella, sin duda, nuestro bordemar se enriquece enormemente. Téngase presente.