Protestas por curas
Dado que el trabajo realizado en Osorno por la situación del obispo Barros fue aludido en las manifestaciones en contra del administrador Ricardo Morales, que realizaron numerosos fieles de las comunidades donde los sacerdotes Darío Nicolás y Tulio Soto prestaban servicios pastorales, me atrevo a compartir tres reflexiones sobre el fondo de lo acontecido el sábado.
En primer lugar, se acude a la no violencia activa cuando ya no hay otro camino a seguir. En el caso de Osorno, recurrimos a ella luego de agotar todas las instancias y al constatar que no existía la posibilidad de iniciar en contra de Barros una persecución criminal cierta o canónicamente independiente.
Entonces, la protesta pública era la única forma de no sentar un precedente de que todos amparábamos tales injusticias. Sin embargo, la situación que se vive en Puerto Montt es distinta: no hay impedimento procesal para que los hechos se investiguen, más aún, cuando es un órgano independiente, como el Ministerio Público, el que está realizando las diligencias.
En segundo lugar, no cabe duda que ambos curas son queridos y respetados en la Arquidiócesis. Pero la amistad y el afecto no pueden operar como una defensa ciega. No basta señalar que se conoce a los sacerdotes acusados pues los delitos como los imputados ocurren en contextos donde los ojos de los feligreses no llegan. O sea, amar a alguien pasa por dignificarlo a tal punto que se le considere capaz de equivocarse, y de ocurrir, que asuma las consecuencias. Y si lo que se investigan son posibles delitos, una actitud en justicia y verdad es procurar que no hayan interferencias en la investigación ni una exposición innecesaria de los afectados ni de los acusados. Una postura sana y en caridad, no pasa por defensas corporativas; y del mismo modo, tampoco pasa por dejar solos a los amigos.
Finalmente, en contra de uno de los sacerdotes hay una acusación de abuso sexual. Una víctima demora en promedio 26 años en verbalizar su relato. Y si el abuso ocurre en contexto eclesial, el silencio se mantiene en promedio 4 años más.
¿Por qué si el victimario es un clérigo la víctima demora 30 años en hablar? ¿Será porque la víctima se calla o porque es silenciada? ¿No influirá en ese silenciamiento el hecho de que las comunidades se pongan ciegamente del lado de los clérigos y no consideren la mínima posibilidad de que la denuncia sea real? ¿Qué incentivo se genera en Puerto Montt para que más víctimas denuncien si las manifestaciones no son para defender su testimonio sino para defender ciegamente al acusado?
En consecuencia, ¿qué haría Cristo frente a toda esta situación?
JUAN CARLOS CLARET POOL.
Elegir universidad
Considerando que ya ad portas de culminar el año y terminando así también ya algunas jornadas educativas de mis hijos en las universidades, es que quiero comentar mi análisis para aquellos padres que se verán enfrentados por primera vez a apoyar a sus hijos en las decisiones de elegir en qué universidad estudiar. No es menor este desafío, lo importante es apoyar a nuestros hijos para un mejor desarrollo de vida. En mi caso y de manera muy personal, comparto mi experiencia vivida en la Universidad Austral de Valdivia. La elegí, dado que era una donde se había quedado seleccionado y con gran alegría, pero estas fueron decayendo en el transcurso del año, no por su calidad de estudio, sino por el tiempo de movilizaciones que sucedieron: sean estas legítimas o como pueda yo o ustedes interpretar, que, al fin al cabo, quienes también aportamos indirectamente, pero con el costo mayor o monetario que es seguir cancelando aún cuando no se impartan las cátedras. Y también me refiero al pago de quienes tenemos nuestros hijos estudiando ahí y debemos seguir cancelando las pensiones, arriendos, pasajes, comida, incertidumbre si enviar a tu hijo el domingo para que vea si continúan las movilizaciones en la semana, cuando hay asamblea que lo decida, etc. Y que este año a la fecha son más de un mes y siguiendo. Ahora, si tu vocación va por ese lado, es una buena oportunidad, si cuentas con buenos recursos para solventar días pasivos; también, si no lo es, sería bueno considerar lo contrario. Es sólo mi experiencia compartida.
GUILLERMO RÍOS IGOR.
Dichos de ministro
Qué clase de ministro de Defensa tenemos que declara que "pondremos el dedo en la llaga total", refiriéndose a ciertos informes de la Contraloría General de la República respecto de las FF.AA.. Sus dichos, en tono amenazante, no se condicen con la dignidad de su cargo ni tampoco con la consideración que debe a sus subordinados. Hace rato que el Gobierno se refiere en desmedidas expresiones hacia las fuerzas de la Defensa y Carabineros, menoscabándolas sin ningún respeto.Ya me imagino la rabia e impotencia, ante tan injusto ataque, que cada integrante soporta y que por disciplina no pueden responder.
ALEJANDRO NIKLITSCHEK HECK