Las recientes revelaciones sobre el uso y emisión de licencias médicas en el sector municipal, particularmente en Puerto Montt, no sólo han sacudido la opinión pública, sino que exigen una reflexión profunda y acciones contundentes. El informe de la Contraloría General de la República, que destapó miles de casos de funcionarios públicos viajando al extranjero mientras hacían uso de este beneficio, y la posterior información entregada por el alcalde de Puerto Montt sobre la concentración de emisión de licencias en un reducido número de médicos, pintan un cuadro preocupante que trasciende la anécdota para instalarse como un síntoma de fallas sistémicas y éticas. Resulta alarmante que cinco médicos hayan emitido cerca de 2.500 licencias médicas a funcionarios municipales de Puerto Montt entre 2023 y 2024. Un cálculo simple nos permite dimensionar la magnitud de esta cifra: si consideramos aproximadamente 250 días hábiles por año, durante dos años estos cinco profesionales emitieron, en promedio, una licencia médica cada uno por día hábil. Esta prolificidad, con facultativos llegando a extender individualmente hasta 500 licencias en dicho período, levanta interrogantes ineludibles sobre la veracidad de los diagnósticos y la debida fiscalización de un instrumento concebido para proteger la salud del trabajador y no para encubrir ausentismos injustificados o facilitar beneficios indebidos. Es clave hoy sostener con firmeza la importancia de seguir transparentando no sólo los casos de flagrante mal uso de las licencias médicas, como aquellos funcionarios que viajan al extranjero con pasajes comprados con antelación a su "enfermedad", sino también aquellas situaciones que, a primera vista, presentan una apariencia de irregularidad. La concentración de licencias en pocos profesionales, los diagnósticos recurrentes o los períodos de reposo excesivamente prolongados que coinciden con fechas de alta demanda vacacional, son señales que no pueden ser ignoradas. Si bien toda persona tiene derecho a la presunción de inocencia, la fe pública y la correcta administración de los recursos exigen que estos patrones sean investigados con diligencia y exhaustividad caiga quien caiga, sin importar sus nexos familiares ni trayectorias políticas.

Este último tiempo, se ha puesto de moda un fútbol muy vistoso, es decir con mucho juego elegante, toque constante y rapidez, además de un entrenamiento espartano, transformando a los jugadores en atletas. Sin quitar mérito a esta situación, quisiera visibilizar a un jugador que no pasa de moda, que destaca más por su oficio que por su juego, que es más resolutivo que efectivo y que, a veces, pasa inadvertido, pero es clave en un planteamiento, más todavía si se plantea el partido al estilo de don Nelson Acosta.

Sobre el atleta que me quiero detener es sobre el jugador, nunca bien ponderado, llamado el rústico, pero clarividente en el juego brusco, con determinación en ocasiones peligrosas, arriesgando más de una tarjeta, a sí mismo o al rival.

El rústico es por sobre todas las cosas, un futbolista que apuesta por el corazón y la garra en los momentos de adversidad, que sabe marcar con coraje a quien se le cruce por el frente, porque sabe que puede pasar la pelota, pero no el rival. Es cierto, que tiene mala fama, que hace la "pega sucia", pero a la vez cualquiera quiere un rústico en su equipo, sobre todo cuando la "cachaña" se usa en el momento más inoportuno en una defensa agobiada.

Aunque su antítesis es al que se le denomina, hoy, el "distinto", podríamos decir que son complementarios en un solo equipo, aunque en un enfrentamiento entre ambos, se aplicaría en parte la dialéctica hegeliana, sin tener clara cuál será la síntesis. Aunque, es posible sospechar que el recio pelotero rústico se juegue la vida y el poco talento que tiene, el habilidoso "distinto" puede triunfar en el mano a mano o en su defecto, lamentarse de su marca personal y decir que "le puso la leña".

Lo más probable es que los rústicos contemporáneos hayan adquirido el oficio en las canchas de tierra, algunas mezcladas con piedra, tal como cuentan los relatos de quienes frecuentaban los míticos recintos de Tricolor y los Viejos Cracks, donde además el agua copaba el pozo que se formaba en el área. Con todas estas dificultades, ciertamente, que nuestro poco talentoso deportista tuvo que sortear su fama, disciplina y coraje, en clásicas y reñidas contiendas que tenían su plaza en las poblaciones, clubes de barrios y/o colegios. De igual manera, su ambivalencia de héroe y/o villano, se puso a prueba al son de aplausos, abucheos y más de alguna agresión física. Ayer, mientras conversaba con mi amigo y académico Patricio Maragaño, hacíamos memoria de los puestos que el fútbol moderno ha ido perdiendo, y quizás en un futuro, no tengamos más rústicos en nuestras canchas, pero si algo hay de cierto, es que el patrimonio del fútbol chileno goza de ese jugador aguerrido, poco elegante y nada sutil, que hizo de su hábitat natural la cancha de barro, donde las cicatrices son el honor de haber pisado recintos poco doctos que van cada vez más retirada.

80 años | 31 de mayo de 1945

El alcoholismo complica a los maullinenses

En Maullín, se constata con preocupación el alarmante expendio y consumo excesivo de alcohol. La situación se agudiza sábados, domingos y lunes en el pueblo y poblaciones como Los Muermos y Cuesta de la Vaca. Crece el comercio clandestino, sin respeto a la Ley de Alcoholes. Urge tomar medidas rigurosas y asegurar su cumplimiento para abordar esta problemática de salud.

50 años | 31 de mayo de 1975

La miel del sur genera interés en el exterior

La miel chilena goza de gran aceptación en el mercado mundial, según informa Alejandro Wiederhold, presidente de la Asociación de Apicultores de la Zona Sur, quien está en Puerto Varas. Brasil, Francia, Alemania y EE.UU. muestran interés comprador. La miel de ulmo es particularmente valorada por su calidad. Se proyectan favorables perspectivas para la exportación.

10 años | 31 de mayo de 2015

Proyectan fin de 14 campamentos en la región

Persiste el desafío de campamentos en Los Lagos. Actualmente, 1.225 familias en asentamientos irregulares reciben beneficios habitacionales directos del Serviu. La entidad regional además ha otorgado ayudas, como subsidios de arriendo, a un total de 2.225 familias. Se gestiona el cierre de catorce campamentos en los próximos dos años en toda la región.