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A los 95 años muere Claudio di Girolamo, figura esencial de las artes y la cultura en Chile

PESAR. Destacado director, dramaturgo y muralista fue además el creador de la Gaviota de Plata que se entrega en el Festival de Viña.
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N.L.G.

A yer se conoció el fallecimiento a los 95 años de Claudio di Girolamo, director, dramaturgo, pintor, artista, también jefe de la División de Cultura del ministerio de Educación y el creador detrás de la famosa Gaviota de plata que se entrega a los artistas y a los ganadores de las competencias internacionales y folclóricas del Festival de Viña del Mar.

La municipalidad de esa ciudad destacó ayer el legado de Di Girolamo relacionado al festival, quien llegó con 19 años a Chile en 1948 tras la Segunda Guerra Mundial. Nacido en Roma en 1929, recibió su nacionalización chilena en 1997.

"Su obra, que se ha convertido en un símbolo del certamen, refleja su talento artístico y su profunda conexión con la ciudad y su patrimonio", comenzó expresando la alcaldesa Macarena Ripamonti, quien añadió que "gracias a su visión y creatividad, el festival cuenta con una distinción única que ha acompañado a artistas y públicos por generaciones, consolidando a Viña del Mar como un referente cultural a nivel internacional. El legado de Di Girolamo trasciende el ámbito del festival, dejando una marca duradera".

El propio Di Girolamo recordó en febrero pasado al canal de YouTube de la UC cómo fue la creación del trofeo.

"La primera Gaviota de Plata se inventó a mano", contó entonces y recordó que uno de los gestores del Festival de Viña, Carlos Ansaldo, "a los 10 años dijo: bueno, hagamos algo más grande. Yo le dije: 'oye, ¿cuántas veces tuviste que espantar gaviotas por todos lados en Viña? Y cuando querías sacar una buena foto, la gaviota estaba molestando… o se cagaba justo en ese momento. Es decir: ¡por favor, la Gaviota es Viña! Entonces fue tan simple como eso (...) ¿Te has fijado en que el ala de la gaviota forma una 'V' de Viña? Es tan simple como eso. Entonces, fue algo natural", rememoró.

El sitio Obra Gruesa, parte del Centro de Documentación del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, indicó que la pieza fue diseñada en 1969 y se inspiró en el afiche de la décima edición del festival. La iniciativa destaca que "Durante los primeros años, estos trofeos se realizaron en el taller de Santa Filomena, barrio Bellavista en Santiago. Eran hechos a mano por di Girolamo y por el escultor Francisco Gacitúa. En 1974, los derechos fueron vendidos a la Municipalidad de Viña del Mar".

Más allá de las artes

Su legado no solo se centró en eso, desde Chile Actores también lamentaron la partida del padre de la actriz Claudia di Girolamo. "Claudio fue fundador del Teatro Ictus y del Taller Teatro Dos. Se desempeñó como director ejecutivo de Canal 13 y fue conductor de 'La Manivela' y 'Bellavista 0990' en Televisión Nacional de Chile".

Fue además el primer jefe de la División de Cultura del Ministerio de Educación en su creación en 1997.

Según 24 Horas, la última aparición pública del también muralista ocurrió hace unas semanas cuando la Facultad de Teología de la Universidad Católica presentó la renovación del mural "La Buena Noticia de nuestro Hermano y Señor Jesús", a cargo de su hijo, Roberto di Girolamo.

Roberto escribió ayer en redes sociales que "hoy partió mi padre Claudio di Girolamo, al fin descansará, fue un gran hombre, padre, amigo y artista".

Su nieta, la también actriz Mariana di Girolamo, escribió lo siguiente: "Manos creadoras, protectoras. Gracias por nuestra familia, tata amado".

El Centro GAM, por su parte, publicó: "'Sobre la muerte, estoy curioso por saber lo que hay allá'. Claudio di Girolamo (1929-2025). El espíritu curioso y artístico de una figura primordial en las artes chilenas, hoy ha partido. Pero nos queda su legado y su valioso aporte a Chile. Enviamos nuestras condolencias a su familia".

Isabel Allende es investida honoris causa en España y deposita su "legado" en la Caja de las Letras

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La escritora Isabel Allende, la autora más leída en español, aseguró este jueves, en su discurso de investidura como doctora honoris causa en Humanidades por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), que "memoria y literatura son inseparables" y que ambas la han definido.

"Para quienes carecemos de raíces, la memoria es indispensable", dijo Allende. "He sido siempre extranjera, refugiada, inmigrante, estoy de visita en la Tierra", agregó durante su investidura en la sede del Instituto Cervantes; también dijo entender la escritura como "un intento de comprender la confusión de la vida y de preservar la memoria" y reivindicó el poder de la palabra escrita "como medio de comunicación, no como un fin en si mismo".

Recordó que su primera novela, 'La casa de los espíritus', se gestó "en la nostalgia del exilio", con la casa de sus abuelos como lugar de inspiración y evocó una infancia marcada por "la inseguridad y el temor" como, a su juicio, les ocurre a casi todos los niños. "Ese cuento de la infancia feliz es un invento americano".

Una vida llena de "momentos oscuros y luminosos" y un "destino novelesco", con éxitos, amores, pérdidas, separaciones y lagrimas son la "realidad caótica" que ha nutrido sus libros. "La memoria y la literatura son inseparables, ambas me han definido", subrayó.

Autora de 30 libros, se declaró "adicta a las historias" y afirmó que, a sus 82 años, aún sigue viviendo años de creatividad y entusiasmo, aunque el tiempo cada vez le cunda menos.

También reivindicó su faceta de activista, aunque "con más humildad", en un mundo "que se está rompiendo a pedazos". Consciente de que su labor "es una gota de agua en un desierto de necesidades", afirmó que eso no la paraliza. "Espero seguir escribiendo hasta mi último soplo de vida, si no escribo se me seca el alma".

La UIMP le entregó esta distinción por ser "una de las escritoras más influyentes de la literatura latinoamericana (...) por su capacidad para entrelazar memoria personal y colectiva y la realidad con una fantasía evocadora de la magia y el misterio de Latinoamérica".

La autora además depositó en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes un manuscrito de 'La casa de los espíritus' (1982), junto a un ejemplar de su primera edición.