Criminalidad de Los Lagos
La irrupción de bandas organizadas en la región exige una pronta articulación de los entes estatales para una persecución eficaz.
La detención en Puerto Montt de quien fuera sindicado como líder de la agrupación criminal "Los Ramírez" constituye la evidencia innegable de la irrupción de bandas delictivas organizadas en la región. No es un hecho aislado, sino una confirmación de la escalada en el tipo de criminalidad que afecta a zonas tradicionalmente percibidas como de menor complejidad en la macrozona sur de Chile.
La peligrosidad de esta organización se magnifica al constatar sus nexos transnacionales con Argentina y Bolivia, lo que plantea desafíos significativos para las policías y el Ministerio Público. La investigación y persecución de redes que operan más allá de las fronteras nacionales exige una coordinación interinstitucional y transfronteriza sin precedentes, demandando recursos especializados y estrategias de inteligencia sofisticadas.
Frente a este escenario, es imperativo que las policías y la Fiscalía mantengan y profundicen sus esfuerzos para golpear de forma continua a estas agrupaciones. La persistencia en la investigación, la recopilación de pruebas y la ejecución de operativos son cruciales para desmantelar sus operaciones, detener a sus miembros y asegurar condenas que disuadan nuevas incursiones delictivas.
Sin embargo, el combate a la criminalidad organizada no puede recaer exclusivamente en las fuerzas de seguridad y la persecución penal. Otros organismos del Estado deben cumplir un rol fundamental, especialmente al seguir la "huella del dinero". Instituciones como el Servicio de Impuestos Internos (SII) deben rastrear el flujo de capitales ilícitos, detectar operaciones de lavado de activos y confiscar los bienes obtenidos de forma ilegal. La interrupción de las redes financieras es una estrategia clave para debilitar la capacidad operativa de estas bandas.
La situación en Los Lagos subraya la relevancia del nuevo Ministerio de Seguridad. Aunque esta región se encuentre a más de mil kilómetros de Santiago, está experimentando un alza sostenida de la criminalidad. La nueva cartera tiene el desafío de implementar políticas públicas que aborden la complejidad de estas amenazas a nivel regional, fomentando la coordinación entre los actores locales y nacionales, y adaptando las estrategias de seguridad a las particularidades geográficas y sociales de zonas que, como Los Lagos, requieren una atención específica para contener el avance del crimen organizado.