Un concón y un bailarín se recuperan antes de poder retomar el vuelo
AMBOS HERIDOS. Desde las carreteras de Anticura y Río Pescado, dos aves rapaces inician un complejo camino de rehabilitación en el Cerefas de la U. San Sebastián.
Dos aves rapaces heridas fueron halladas en la Región de Los Lagos. Se trata de un concón (Strix rufipes), ave rapaz nocturna de la familia Strigiformes, similar a los búhos; y un bailarín (Elanus leucurus), conocido como elanio maromero o milano coliblanco, perteneciente a la familia Accipitridae, que incluye a los halcones.
El concón fue encontrado a orillas de la carretera en Anticura; el bailarín, en Río Pescado. Ambas fueron trasladadas por el Servicio Agrícola Ganadero (SAG) al Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre (Cerefas) de la Universidad San Sebastián (USS), sede De la Patagonia.
Rapaz Nocturno: concón
El concón (Strix rufipes), ave rapaz nocturna encontrada en Anticura, habría sido atropellado, según Cinthia Bustamante, veterinaria encargada del Cerefas. Personal de Conaf la derivó al SAG de Osorno para su traslado a Puerto Montt.
Al ingresar, "la paciente estaba letárgica, pero atenta y algo deshidratada. El examen clínico no reveló lesiones óseas palpables. Realizamos radiografías para descartarlas, confirmando que no había lesiones óseas. También tomamos exámenes de sangre para verificar su estado general", detalló Bustamante.
Tras los exámenes, concón inició "terapia de soporte": fluidoterapia, farmacología y suplementación, acompañada de una dieta rica en proteína (10% de su peso). Su pronóstico es "reservado" porque, al ser rapaz, "no se puede descartar una infección por veneno de ratón, componente habitual de su dieta". Se espera que responda bien y su pronóstico es favorable para su liberación.
Rapaz Diurno: bailarín
El bailarín (Elanus leucurus) debe su nombre a su caza: se suspende en el aire con aleteos rápidos, pareciendo bailar. Esta ave rapaz diurna fue hallada en Río Pescado, Puerto Varas, por habitantes que informaron que, al intentar volar, quedó enredado en un alambre de púa y se lesionó al liberarse.
Siguiendo el protocolo, el SAG derivó a bailarín, ave rapaz agresiva, al Cerefas. Los exámenes revelaron lesiones en su miembro posterior izquierdo, con un extenso hematoma y una infección severa.
Acto seguido, veterinarios lo sedaron para su limpieza e iniciar el tratamiento farmacológico y exámenes complementarios, descartando otras lesiones, incluyendo óseas.
Ya con el diagnóstico, bailarín comenzó su tratamiento farmacológico, manejo y dieta en base a carne. Se realizó limpieza diaria de la zona, aplicando antiinflamatorios, analgésicos, antibióticos y vendajes por tres días. Luego, se siguió con limpieza y ungüentos tópicos para inflamación y prevención de infecciones.
Rehabilitación
Todos los pacientes del Cerefas, incluyendo concón y bailarín, "pasan por cuarentena, aislados un mínimo de siete a diez días, con terapia intensiva, farmacología y, a veces, alimentación forzada", explica Cinthia Bustamante.
Superada esta etapa, se trasladan a rehabilitación intermedia, con manejo menos intensivo y medicación menos frecuente, reduciendo manipulación.
Luego, la etapa de rehabilitación y preliberación: los pacientes "comen autónomamente y sin tratamiento farmacológico. Se hacen pruebas específicas para determinar su aptitud para la liberación", puntualiza Bustamante, enfatizando que la liberación será en el mismo lugar de hallazgo.
La encargada del Cerefas enfatiza la importancia de la observación a distancia: "Nunca acercarse inmediatamente, ya que los animales pueden solo descansar y asustarse".
Añade que, una vez confirmada la lesión desde lejos, "comunicarse con el SAG es crucial. Si son rapaces, no acercarse; aun con dolor, se defenderán y sus garras pueden causar daño, además de posibles enfermedades zoonóticas. El rescate debe hacerlo personal capacitado del SAG, que cuenta con la experticia para capturar y trasladar a estos animales al Cerefas", concluyó Cinthia Bustamante.
Por ahora, concón y bailarín están bajo el cuidado especializado del Cerefas, a la espera de su regreso al hábitat natural.