Frase
"Si hay alguien que dirige una organización criminal para cometer delitos en Chile, la persecución penal lo alcanzará"
Luis Cordero, ministro de Seguridad Pública y detención del líder de los "Hermanos Cartier", ligada al Tren de Aragua.
"Si hay alguien que dirige una organización criminal para cometer delitos en Chile, la persecución penal lo alcanzará"
Luis Cordero, ministro de Seguridad Pública y detención del líder de los "Hermanos Cartier", ligada al Tren de Aragua.
Las precipitaciones que azotaron a Puerto Montt este fin de semana, con 60 mm de agua caída en 24 horas y ráfagas de viento que alcanzaron los 95 km/h, han vuelto a desnudar una realidad incómoda y persistente: la carencia de un plan de manejo de aguas lluvia capaz de soportar eventos meteorológicos de esta magnitud. Los anegamientos en múltiples sectores, el colapso de alcantarillas, los cortes de luz y las afectaciones a viviendas y locales comerciales, especialmente en la emblemática calle Varas, no son producto de la fatalidad, sino la consecuencia directa de una planificación urbana deficiente y una inversión insuficiente en infraestructura crítica. Resulta desolador constatar cómo, año tras año, la ciudad se ve sobrepasada por lluvias que, si bien intensas, no deberían generar el caos generalizado que presenciamos. El Departamento de Gestión del Riesgo de Desastres y Emergencias de la Municipalidad reportó el previsible catálogo de daños: desde caídas de árboles hasta el peligroso aumento del caudal del río Chinchinco-Chamiza. Pero es en el corazón comercial de la ciudad donde la situación adquiere tintes de negligencia crónica. La Cámara de Comercio de Puerto Montt, a través de su vicepresidente Luis Díaz, ha sido clara: el colapso del sistema de alcantarillado en calle Varas debido a la gran cantidad de agua caída es un problema denunciado "durante los últimos cinco años". Díaz incluso recuerda que esta problemática fue ratificada en la Comisión de Infraestructura el pasado 5 de mayo. ¿Cuántas alertas más son necesarias? ¿Cuántas inundaciones deben ocurrir para que se pase de la ratificación a la acción concreta y definitiva? La evidencia más contundente de esta falencia estructural proviene, paradójicamente, de una de las empresas de servicios involucradas. Jorge Soto, subgerente de Operaciones de Suralis, fue categórico al señalar que la contingencia vivida "evidencia el mismo problema que nos afecta cada año: el producto de la falta de un sistema adecuado de drenaje urbano; nuestras cámaras de alcantarillado colapsadas por el ingreso irregular de aguas lluvias". Estas palabras no son una excusa corporativa; son el diagnóstico de un experto que admite que la infraestructura sanitaria no está diseñada para la realidad local.
Cuando se analiza la evolución de la acuicultura en Chile, y en particular de la salmonicultura, es imprescindible reconocer que la innovación ha estado presente desde el origen. No ha sido un salto milagroso ni un golpe de suerte: ha sido un proceso. Un proceso sostenido de aprendizaje, adaptación y reinvención que ha convertido al sur de Chile en un referente mundial y un caso de desarrollo transferible a países emergentes en esta actividad en diversos lugares del planeta.
Lo que comenzó como una actividad experimental impulsada por políticas públicas que buscaban diversificar la matriz productiva y dinamizar zonas rezagadas del país, pronto se transformó en un clúster industrial. Un ecosistema complejo que articuló capacidades académicas, tecnológicas, empresariales y del Estado.
Así, Chile no solo aprovechó sus ventajas comparativas naturales para esta actividad, sino que construyó ventajas competitivas basadas en ciencia, talento humano y colaboración.
La crisis sanitaria de 2007, con el virus ISA como causante, fue un punto de inflexión. Cayó la productividad, se debilitó la confianza en el sector, quedó al desnudo la debilidad de un marco regulatorio débilmente basado en ciencia y se evidenció la necesidad de fortalecer la investigación, desarrollo e innovación.
Pero fue también una oportunidad para cambiar el modelo. Surgió una nueva etapa: innovación asociativa, regulación más estricta, mayor bioseguridad, avances en genética, dietas funcionales, trazabilidad y vigilancia ambiental. La respuesta fue colectiva, y con ella, la resiliencia de toda una industria.
Hoy, frente a desafíos inéditos como el cambio climático, la sostenibilidad social, la economía circular y nuevas exigencias de los mercados, la salmonicultura chilena vuelve a echar mano de su mejor herramienta: la innovación. Y esta vez lo hace con una colaboración más amplia -la llamada cuádruple hélice- y con tecnologías digitales que aceleran la transformación.
Esto ha atraído investigación, desarrollo y una suma de talentos que han avanzado a fortalecer un ecosistema que se puede expandir aún más en el marco del recientemente iniciado "Plan Innova Puerto Montt".
En esta etapa de desarrollo de la industria, sobresale el Club Innovación Acuícola, que ha sido un verdadero catalizador, promoviendo alianzas, fortaleciendo capacidades empresariales y conectando al ecosistema con tendencias globales.
Chile no solo sigue innovando, sino que lo hace con conciencia de futuro, apostando por una salmonicultura cada vez más sostenible, productiva e inclusiva. Los hechos demuestran que la innovación no solo ha sido una estrategia: es parte del ADN de la salmonicultura chilena, y es, sin duda, la clave de su resiliencia y proyección internacional.
Alcaldes de la Zona Austral se reúnen en Valdivia este 20 y 21 de mayo. El objetivo es abordar el alza en el precio de la energía eléctrica de la Central Pilmaiquén. Preocupa la falta de unificación tarifaria en la zona, impactando el costo de vida y el fomento productivo. Buscan soluciones conjuntas para garantizar un suministro eléctrico más económico y estable para la región.
La Corporación de Fomento de la Producción Aysén presentó estudios para industrializar la región, destacando la zona del Baker. Esta extensa área (3.464.000 ha), descubierta en 1897, vio llegar colonos a Tortel en 1955. Creado el departamento Baker (capital Cochrane) en 1970 para su desarrollo, ya contaba con agencia de la Empresa de Comercio Agrícola (1966) y recibió médicos en 1974.
Intensas lluvias en zonas aledañas al volcán Calbuco complican la situación tras la reciente erupción. Aunque trabajos en cauces del macizo evitan desbordes, la ruta a Petrohué es el punto débil del fin de semana con tres cortes. En Lago Chapo, la barrera del Chamiza no logra contener al río Blanco. Se agudizan problemas de conectividad y el retorno a la normalidad para los vecinos.