Nueva concesión de la Ruta 5 Sur
Es clave que el proyecto que impulsa el MOP avance según el cronograma y que haya una efectiva comunicación con los municipios.
Tras años de anuncios, finalmente el Ministerio de Obras Públicas (MOP) está próximo a abrir la licitación internacional para la segunda concesión del tramo Río Bueno-Puerto Montt de la Ruta 5 Sur. Este proyecto representa una inversión histórica de US$870 millones y un compromiso para modernizar una vía fundamental dentro del sur y con el resto del país.
Los requerimientos técnicos y de infraestructura que contempla esta concesión son ambiciosos y reflejan la necesidad de una mejora sustancial en aspectos viales. La construcción de nuevos viaductos, la ampliación de puentes, la incorporación de ciclovías, la modernización del sistema de peajes con tecnología Free Flow y la ampliación de terceras pistas son sólo algunas de las obras que transformarán la experiencia de quienes transitan por este tramo. Estas intervenciones aumentarán la capacidad y seguridad vial, y además modernizarán la conectividad, adecuándola a los estándares actuales y futuros.
Sin embargo, la historia reciente de la infraestructura pública en Chile obliga a una cuota de cautela. El fantasma de obras emblemáticas como la doble vía en Chiloé, que se han visto empantanadas en conflictos y dificultades administrativas, debe servir de lección para que no se repitan esos errores. Es imprescindible que la obra respete los plazos establecidos y que se ejecute con la eficiencia y rigurosidad que el país demanda.
En este sentido, resulta fundamental un trabajo coordinado entre el MOP y los municipios involucrados en el tramo Río Bueno-Puerto Montt. La comunicación fluida y la planificación conjunta permitirán anticipar y resolver demandas específicas del territorio, evitando complicaciones posteriores que puedan surgir por falta de información o previsión. La participación activa de las comunas en el proceso es clave para garantizar que la obra responda a las necesidades reales de la población y se integre armónicamente en el desarrollo local.
Dada la magnitud y relevancia de esta obra, el MOP tiene la responsabilidad de hacer la mejor elección posible en la adjudicación, privilegiando no sólo el aspecto económico, sino también la calidad técnica, la experiencia y la capacidad de gestión de los concesionarios.
Este proyecto es una oportunidad histórica para avanzar en la modernización de la infraestructura vial del sur de Chile.