José Mujica fue despedido entre aplausos y lágrimas tras dos días de emotivo velorio
URUGUAY. Cerca de 50 mil personas desfilaron frente al ataúd del expresidente y otras miles salieron a la calle para el último adiós. Sus cenizas serán esparcidas bajo un árbol de su chacra junto a los restos de su mascota Manuela.
Ayer, miles de uruguayos salieron a las calles de Montevideo para despedirse del ex guerrillero, diputado, senador, ministro y presidente José "Pepe" Mujica, quien murió el martes a los 89 años en su finca en las afueras de la ciudad, acompañado por su esposa, la exvicepresidenta Lucía Topolansky.
Al velorio también llegó su amigo, el presidente de Brasil Lula da Silva, quien recordó a un "ser humano superior", y Gabriel Boric, quien lo despidió en silencio; ambos mandatarios llegaron a Montevideo tras participar en el Foro Ministerial China-Celac en Beijing (ver nota anexa).
Los homenajes finalizaron tras dos emotivas jornadas en las que unas 50 mil personas desfilaron frente al ataúd para despedirlo.
La ceremonia concluyó pasadas las 17:00 de Uruguay con un homenaje que se llevó a cabo en la explanada del Palacio Legislativo de Montevideo, a las afueras del salón en el que el exmandatario fue velado. Sobre la Avenida Libertador, miles de personas acompañaron la despedida con aplausos, cantos y mensajes para Mujica. También, entonaron junto a los artistas Eduardo Larbanois y Mario Carrero la canción 'A Don José'.
"Con libertad, no ofendo ni temo / Que Don José / Oriental en la vida / Y en la muerte también", dice parte de su letra que el maestro y poeta Rubén Lena dedicó al prócer José Gervasio Artigas.
En otras muestras de cariño y respeto, una mujer se paró delante de los restos del exmandatario y entonó allí la canción 'El Adiós' y una niña le entregó flores a la viuda.
El féretro fue luego introducido a una carroza fúnebre y partió con los restos de Mujica, quien pidió que sus restos mortales fueran cremados y esparcidos en su chacra (pequeña finca), junto a un árbol donde en 2018 también fue enterrada su perra Manuela.
Hasta el cierre de esta edición no se sabía cuándo sería la ceremonia de cremación, que tendría carácter privado.
Velorio y legado
El exjefe de Estado, uno de los grandes referentes políticos de izquierda en la historia reciente de América Latina y quien estuvo al frente de Uruguay entre 2010 y 2015, falleció el martes a los 89 años en su chacra, en las afueras de la capital uruguaya, a raíz de un cáncer que se se le fue diagnosticado hace un año.
Entre las palabras de homenaje de los políticos y jefes de Estado que lo acompañaron en su último adiós, destacó también el respeto demostrado por los ciudadanos uruguayos.
Guirlandas, fotografías, graffitis plasmados en muros y colas de hasta tres horas hubo en los dos días de velorio.
Había conmoción, pero cada quien tenía una frase de admiración hacia Mujica, quien murió muy pocos días antes de cumplir los 90 años, el 20 de mayo.
A lo largo de sus nueve décadas de vida, acumuló batallas y controversias que lo convirtieron en uno de los políticos más influyentes de Uruguay y uno de los principales exponentes de la izquierda latinoamericana.
Hasta hoy Uruguay estará en duelo nacional, por lo que la bandera permanecerá a media asta en todos los edificios públicos en tributo a la "filosofía humanista" que marcó la trayectoria del fallecido líder del Frente Amplio uruguayo.
Los cinco años de gobierno de Mujica -quien se acuñó el título del "presidente más pobre del mundo" por su estilo relajado, austero campechano- estuvieron marcados por una amplia agenda social, que permanece como su gran legado hasta la actualidad y que incluye la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo, la legalización del aborto y la creación del primer mercado nacional para la marihuana legal.