"La bicicleta ha sido mi cable a tierra y mi inspiración para seguir adelante"
PARACICLISTA LLANQUIHUANO. El único representante de la región en nacional de ruta, especialidad tándem, realizado en Concepción, obtuvo dos medallas.
Hace una semana el paraciclista de Llanquihue, Ignacio Oyarzún Paredes (25) consiguió los premios más importantes de su incipiente trayectoria arriba de la bicicleta. Acompañado como guía por el pedalero santiaguino Kützack Tetzner, el "Nacho" Oyarzún obtuvo doble medalla en el Campeonato Nacional de Ciclismo de Ruta, modalidad tándem. En la especialidad de Contrarreloj individual logró la presea de plata y en la jornada siguiente, remató tercero en la prueba de gran fondo, todo esto en los caminos de San Pedro de la Paz y Concepción.
Vistiendo los colores del Club Ciclista Puerto Varas, fue el único deportista de la región que compitió en este certamen de esta disciplina paraolímpica y es además fue el primero en correr en la modalidad de Tándem, una versión alargada de las bicicletas tradicionales y adaptadas para deportistas, en este caso con un grado de discapacidad visual.
El oriundo de Puerto Varas, y llanquihuano por adopción, admite que fue un instante que rememorará por siempre. "Con Kützack, nos conocimos dos días antes de la primera prueba, nos tuvimos que adaptar muy rápido, en especial en mi caso, con una bicicleta que nos facilitaron. Nos afiatamos bien, a pesar del poco tiempo y logramos estos premios", señala.
Saltando obstáculos
El estudiante de cuarto año de Arquitectura de la Universidad de Los Lagos (ULagos) ha debido recorrer un largo camino para crecer tanto en el plano personal como deportivo.
La vida le dio un giro cuanto tenía 15 años: un golpe en el ojo derecho le provocó desprendimiento de retina y antes le habían detectado una miopía severa. Luego de siete intervenciones quirúrgicas y tratamientos entre Puerto Montt y Santiago, los médicos consideraron un daño total e irreversible de su visión derecha.
"Le consulté al doctor de qué forma podría seguir ligado a la actividad, a pesar de la dificultad visual, y fue ahí donde surge la posibilidad de unirse al deporte del pedal, pero como una manera más recreacional. Desde allí, la bicicleta ha sido mi cable a tierra, mi inspiración y de la que no me he bajado más", afirma Oyarzún.
Así conoció a un amigo del Club Ciclista Puerto Varas que le prestó una bicicleta de ruta y le terminó gustando. "Fue un momento importante, comenzó por mi cercanía total con el ciclismo", recuerda.
Para ello trabajó en múltiples oficios para reunir el dinero para adquirir una nueva, lo que le ayudó a salir adelante, entrenar y hacer sus primeros kilómetros. "Mi primera carrera fue el Giro del Lago (Llanquihue) en noviembre de 2023, corrí en fondo, terminé tercero de mi categoría. Sentí por primera vez que tenía las condiciones para rodar y competir".
Sin embargo, con el tiempo el daño ocular empeoró, y se amplió a su ojo izquierdo a nivel de la mácula y una retinopatía, así que debió inyectarse un fármaco intravitreo para que su vista mejore un poco.
A competir
Oyarzún no se dio por vencido. Adquirió cuatro equipos electrónicos, entre ellos un radar que sirve como un sensor que le indica la proximidad de un vehículo, para maniobrar en la carretera. "Puedo andar en una bici convencional, pero siempre con un guía a mi lado y en días en que la visibilidad sea la óptima", comentó.
Sobre su llegada al paraciclismo, dijo "que investigué las modalidades, el tándem y me contacté con la Federación, que analizó mi caso y en noviembre de 2024 me citaron para competir en los selectivos. Me convocaron a la selección chilena, por eso me consideraron un deportista de proyección y del alto rendimiento".
Explicó que en el tándem, existe el piloto (guía) y él va en el segundo asiento. "El piloto son mis ojos y la comunicación y coordinación entre ambos no deja de ser completa, porque tiene muchas técnicas y prácticamente no permite errores".
Tres días antes del Nacional de Concepción, el llanquihuano no contaba con una bicicleta tándem. "A 48 horas de la partida me conseguí la bicicleta, me presentaron a Kütsack, con la dicha de que logramos el vicecampeonato nacional en la Crono y el bronce en la de gran fondo, una el sábado y la otra el domingo, todo un mérito para ambos y con la tricota del Club Ciclista Puerto Varas", resaltó
Llegada al club
El pedalero sólo siente agradecimiento hacia el club que lo acogió. "Vengo de una zona donde no existen instituciones dedicadas al paraciclismo, hay clubes en Puerto Montt y en Frutillar que están a mayor distancia, menos en Llanquihue. Fue el CC Puerto Varas el que me abrió las puertas", afirma.
Relata que el presidente de la organización, Juan Lobos, lo invitó a integrarse y salir con el equipo. A la fecha, han estado pendientes de su desarrollo, a pesar que no reciben mayores subvenciones estatales.
Destaca que cuenta con un entrenador asistente, José Garrido, quien le entrega pautas diarias, le da apoyo psicológico y se encarga del proceso previo a las competencias.
"Mis proyecciones son como prioridad terminar mi carrera universitaria, porque será mi sustento diario para seguir rodando y con el que podré contar con la tecnología, la alimentación, para así seguir representando a la región y a mi comuna, a pesar de las carencias que tenemos", contó.
También apela a un llamado de carácter integrativo. "Como atletas paralímpicos necesitamos ser más visibles por todos, por los privados, por el Estado e incluso los medios de comunicación. A nosotros nadie nos paga por esto. La inversión sale del bolsillo de cada uno, el gasto físico y económico es muy grande", asegura.
Expuso que una bicicleta especializada cuesta entre 13 y 15 millones de pesos, un casco, $350 mil, zapatillas $400 mil y cada neumático, otros $100 mil, más costos de mantención y suplementos alimenticios.
"Son valores inalcanzables para cualquier familia. Mis intenciones pueden ser muy altas, pero dependo del aporte que pueda recibir. Mi madre es artesana independiente y existe apoyo fundamental de los más cercanos. No me cansaré de tocar puertas para continuar", comenta.
Sobre sus próximos desafíos, enumeró los selectivos de pista de paraciclismo en septiembre, para clasificar al Mundial UCI de Río de Janeiro del mes siguiente; y, los selectivos nacionales a fin de año, pensando en pruebas en el calendario de 2026; para concluir, el Campeonato Nacional de Pista en diciembre, en Santiago.
A nivel local, en la bicicleta convencional, se vienen en noviembre, primero el Grand Prix Lago Ranco y luego, el Giro del Lago y otras competencias de fondo que se agregarán a su apretada agenda.