Madre intenta ingresar cocaína a la cárcel de Osorno en el cabello de su hija de sólo 4 años
HALLAZGO. Una gendarme encontró tres bolsas con la droga y un chip de teléfono. La mujer fue detenida y formalizada, y su hija entregada a su abuela. Dirigentes exigen un arco de rayos X para la revisión de las visitas.
Una situación nunca antes vista en la cárcel de Osorno, se registró en el ingreso de visitas al penal de calle Amthauer, cuando una mujer de 24 años, junto a su pequeña hija de 4, pretendían ingresar clorhidrato de cocaína y un chip de celular a un reo condenado por robo.
Una funcionaria se percató en la revisión superficial que la niña andaba con un moño en su pelo. El ornamento levantó su sospecha de que algo ocultaba. Sus dudas se terminaron cuando logró establecer que, en el moño de la niña, transportaba tres bolsas plásticas con un polvo de color blanco, además de un chip telefónico.
Insólito
El eficaz proceso de revisión de los funcionarios del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Osorno permitió frustrar el ingreso de la sustancia ilícita y del accesorio telefónico, usado por los convictos para comunicarse con sus cercanos y delinquir desde el interior del penal.
Entre las diligencias desarrolladas se hizo la prueba de campo a la sustancia, que estableció que se trata de clorhidrato de cocaína, con un peso total de 6.7 gramos.
En Chile, la introducción de drogas a un establecimiento penitenciario puede acarrear sanciones penales, tanto para el individuo que ingresa la droga como para quien facilita o permite su ingreso. La Ley 20.000 establece penas de presidio menor en su grado mínimo o multa, dependiendo de la situación.
Ante la gravedad de lo ocurrido, Gendarmería denunció los hechos de manera inmediata al Ministerio Público y a Carabineros de Chile, quienes detuvieron a la madre de la menor.
En paralelo se dio cuenta al Juzgado de Familia de Osorno, ante la vulneración de la niña de 4 años utilizada para transportar droga a la cárcel local.
El magistrado de familia dispuso que la menor fuera entregada a una persona responsable, recayendo esto en la abuela materna, que quedó al cuidado de la pequeña.
Era para el papá
En el marco de las diligencias para establecer el destino que tendría la cocaína incautada, Gendarmería estableció que era para un reo del Módulo 1, que cumple condena por dos delitos de robo cometidos en el centro de Osorno a fines de agosto del 2024, uno de ellos perpetrado a un trabajador del servicentro Copec de calle Bulnes.
Tras la audiencia donde se controló su detención, el fiscal José Vivallo formalizó a la mujer por el delito de tráfico de drogas en pequeñas cantidades y expuso que "la imputada, valiéndose para ello de una menor de edad, que es su hija de 4 años, a fin de facilitar el consumo de droga a un tercero, ingresó al interior del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Osorno, ocultó dentro de un moño que tenía su hija tres bolsas de nylon que contenía la sustancia. Además, la menor tenía un chip de celular de la empresa Claro, los que iban a su pareja recluido en el penal".
Debido a la gravedad de los dos delitos consumados, se pidió la prisión preventiva de la mujer, pero dicha determinación quedó en poder de la Corte de Apelaciones de Valdivia, tras la apelación realizada por Vivallo, ya que el tribunal resolvió dejar a la imputada con medidas cautelares de arraigo nacional, arresto nocturno y firma quincenal.
Reacciones
Patricia Rada, seremi interina de Seguridad Pública de Los Lagos, repudió este acto donde la madre de una menor la utilizó para ingresar droga a la cárcel e indicó que "es altamente preocupante el uso de niños y adolescentes para la ejecución de cualquier acto delictivo. No sólo por el delito que se pretende cometer por medio de la menor de edad, sino que además se evidencia una clara vulneración de sus derechos".
César Villarroel, presidente de Asociación Nacional de Suboficiales y Gendarmes (Ansog), destacó la labor desplegada por el personal que logró frustrar el ingreso de la droga a la cárcel, pero lamentó no tener un pórtico de rayos X para la revisión de las personas que visitan a los reos.
"Es una labor profesional la que hace el personal, y al no contar con un equipo de rayos X, no podemos hacer una revisión como corresponde. A la visita no se puede revisar de manera corporal, porque es una práctica invasiva y rechazada por los Derechos Humanos. Entonces, sólo queda una revisión superficial, pero aún así logramos hacer bien el trabajo con los resultados que hoy se conocen. No obstante, es necesario tener el equipo tecnológico que permite detectar el ingreso de elementos extraños a la cárcel, tales como drogas u otro tipos objetos prohibidos", manifestó el dirigente de Ansog de Osorno.
"A la visita no se puede revisar de manera corporal, porque es una práctica invasiva y rechazada por los Derechos Humanos".
César Villarroel, presidente Ansog Osorno