Una defensora de los vecinos desde su kiosco en Pelluco
Desde el año 2006 que es la presidenta de la junta vecinal del emblemático sector de Puerto Montt, posición desde la cual ha abogado por la calidad de vida de todas las familias.
Valeria Argel ha dedicado gran parte de su vida a Pelluco. Salvo por un período de 12 años en Santiago "únicamente por motivos laborales", este emblemático sector de Puerto Montt ha sido siempre su hogar.
Su profundo compromiso con la comunidad se formalizó en 2004 al unirse a la junta de vecinos, asumiendo la presidencia dos años después, en 2006, cargo que ejerce con pasión hasta hoy. Desde esta posición, ha sido testigo y protagonista de la notable evolución del barrio.
En estas casi dos décadas de liderazgo vecinal, Argel ha visto "muchos cambios", como ella misma destaca.
La infraestructura ha sido un foco principal: se ha concretado la esperada llegada del alcantarillado al Pasaje 1 y también a la Población Santa Teresita en Pelluco Alto, sector que además vio la implementación de agua potable y la pavimentación de su pasaje. La lista de avances urbanos continúa con la pavimentación de un tramo de 580 metros de la calle Las Toninas y casi cuatro kilómetros de la calle Regimiento, la construcción de la doble vía que mejoró la conectividad, el ensanche de la calle Bellavista y del camino Cuesta La Arena, e incluso el cierre de una antigua cuneta en el callejón entre Puerto Montt y Bellavista.
La lista es larga y le trae alegría.
-¿Cuánto ha cambiado su barrio en estas últimas décadas?
-Social y culturalmente, Pelluco ha cambiado mucho. Antes era como un pueblo dentro de otro pueblo, donde la mayoría de los vecinos nos conocíamos y hacíamos vida comunitaria. Hoy eso ya no ocurre tanto; la gente se ha vuelto más individualista, influida también por el sistema actual.
Nos estamos llenando de condominios privados y cerrados, con gente distinta. Tenemos universidades, colegios particulares y un colegio municipal, lo que genera una gran diversificación de niveles socioeconómicos. No lo veo como algo malo en sí, pero sí ha influido en el cambio cultural del sector.
-¿Qué es lo que más le gusta de Pelluco?
-Lo bueno de vivir en Pelluco es mirar al mar en toda su dimensión y en todos sus tonos; te relaja, te inspira. Mirar hacia la cordillera es un sueño, ver los volcanes. Pelluco es una caja de Pandora y, como dice la propaganda, "Amo a Pelluco". En mi calidad de dirigente, lo defenderé cuando sea necesario. Es importante también que se sepa que los dirigentes trabajamos ad honorem.
-¿Qué es lo mejor y lo peor de este cargo?
-Lo peor es, a veces, la indolencia o falta de consideración de algunos vecinos. Se molestan porque uno no les contesta el teléfono al momento, no les ayuda inmediatamente, no les hace el trámite o no les da el certificado "ahora ya". Pareciera que, para ellos, un dirigente no tiene derecho a enfermarse, a tener problemas personales o simplemente a ser humano; esperan que estemos disponibles 24/7.
Lo positivo es conocer a los vecinos y a las autoridades; aprendes de todo y de todos. Cada día es distinto. Para mí, ha sido una labor entretenida y hasta terapéutica.
-¿Qué le dice su familia respecto a su labor en la junta de vecinos?
-A veces estoy sentada a la mesa para comer y me llaman desde afuera; salgo a atender y, si es necesario, acompaño a la persona. Vivo con mis padres, de 80 y 81 años, y ellos me esperan para comer. A veces se molestan un poco, pero al final son "gajes del oficio". Es una responsabilidad que yo asumí voluntariamente. Además, tengo un kiosco en Pelluco desde hace 18 años, el cual atiendo sólo por las tardes.
-Usted fue candidata a concejala en 2021. ¿Le gustaría repetir esa experiencia?
-Sí, fui candidata independiente en 2021. Me tocó competir en plena pandemia, sin poder hacer campaña en terreno, y aun así obtuve la mitad de los votos de un candidato que resultó electo. Creo que sí postularía nuevamente. Conozco la experiencia y las problemáticas "de la calle"; soy dirigente social y "tengo calle", como se dice popularmente.
Soy una defensora de las juntas de vecinos, que son las que cargan con gran parte del peso en los sectores, y creo que merezco una oportunidad. Espero que, si lo hago, esta vez el Servel me reembolse los gastos, porque quienes me invitaron a participar la vez anterior no me apoyaron económicamente.
" HISTORIAS QUE INSPIRAN Soy una defensora de las juntas de vecinos, que son las que cargan con gran parte del peso en los sectores, y creo que merezco una oportunidad" " Pelluco ha cambiado mucho. Antes era como un pueblo dentro de otro pueblo, donde la mayoría de los vecinos nos conocíamos".