"El museo puede contar no sólo la historia de Monteverde, sino la gran historia humana de las migraciones"
En el marco de la reciente visita del Presidente Gabriel Boric a Puerto Montt, para inaugurar obras de conectividad y niñez, el fundador y presidente de la Fundación Puerto Montt 2053 Bicentenario, Leopoldo Pineda, tuvo la oportunidad de dialogar con el Mandatario y entregarle un obsequio relacionado con el principal hito del patrimonio local: el sitio Monte Verde.
-¿Qué pudo transmitirle al Presidente?
-Siempre una visita presidencial es una oportunidad para plantear inquietudes del territorio. Le agradecí por cumplir su palabra de traer el tren de vuelta al sur, un anhelo de décadas para los puertomontinos. Con esto el Presidente deja una huella importante en el corazón del sur. Aprovechamos la ocasión, como Fundación Puerto Montt 2053, para entregarle un regalo especial: una publicación muy completa, una edición especial sobre la investigación de Monte Verde dirigida por Tom Dillehay. Se la dedicamos y le planteamos nuestra visión de continuar impulsando la construcción del Museo Monte Verde.
-¿Hubo algún compromiso por parte del Presidente respecto al museo?
-El Presidente escuchó atentamente la propuesta. Entendemos que debe evaluar la situación fiscal y los compromisos existentes antes de tomar decisiones. Sin embargo, somos optimistas. Hay un ambiente propicio actualmente. Tenemos nuevas autoridades regionales y locales, como el alcalde Wainraihgt, quien ha puesto el elemento identitario y Monte Verde en el centro de su gestión.
Contamos también con el interés del senador Espinoza y el diputado Bernales para seguir estas conversaciones. Esperamos, con el apoyo de todos, lograr que en el próximo presupuesto 2026 se incluya una partida inicial para estudios o la primera piedra del museo. El próximo año se cumplen 50 años del hallazgo, y queremos celebrarlo de manera cohesionada.
-A su juicio, ¿dónde debería emplazarse este museo?
-Ha habido propuestas anteriores, como en la Plaza de las Anclas o los ex estanques. Personalmente, creo que un modelo de museo en un centro urbano consolidado, de alto flujo, es más viable. La operación y mantención de un museo son costosas, y las condiciones de conservación para las piezas arqueológicas son exigentes. Un museo en la ciudad facilitaría el acceso y la sostenibilidad. Esto no quita que en el sitio mismo de Monte Verde existan centros de interpretación o parques arqueológicos, como ya tenemos, pero controlando el flujo de visitantes para proteger el sitio.
-¿Cómo sueña este museo?
-Es una propuesta para la discusión. Creo que "Museo de las Migraciones" tiene un significado profundo y abarcador. Primero, porque Monte Verde representa la última estación continental de ese largo viaje humano que comenzó en África hace decenas de miles de años. La evolución humana no existe sin migraciones. Segundo, Puerto Montt es en sí misma una tierra de migraciones: desde los pueblos originarios como huilliches y chonos, pasando por la colonización alemana que fundó la ciudad, hasta los flujos migratorios latinoamericanos más recientes.
Tercero, nuestro paisaje actual, con el Seno de Reloncaví, el canal de Tenglo, los alerces sumergidos, es producto directo de la última glaciación. Y fue precisamente el fin de la glaciación lo que permitió el poblamiento de América como lo conocemos.
Entonces, el museo puede contar no sólo la historia de Monte Verde, sino la gran historia humana de las migraciones, conectándonos con nuestro pasado, nuestro presente diverso y nuestro entorno natural.