Menos incendios forestales
El positivo balance hasta ahora en la región no da para dormirse en los laureles. El cambio climático cada año exigirá nuevos desafíos para la prevención.
Afortunadamente, el balance hasta ahora de los incendios forestales en la región ha sido bastante benigno, si se compara con lo que ocurrió en años anteriores o lo que lleva pasando hace tiempo en la zona central y sur del país, donde el fuego ha destruido bosques, conjuntos poblacionales y establecimientos educacionales, como sucedió esta semana en Traiguén, en La Araucanía, donde un liceo quedó reducido a cenizas. Si en las temporadas recientes hubo incendios muy destructivos y amenazantes en Puerto Montt, como el que asoló al sector rural de San Antonio o, antes, en las cercanías de Alerce, con alertas rojas y órdenes de evacuación perentorias, en este período 2024-2025 el saldo ha sido mucho menor, para tranquilidad de la población y de las autoridades.
Mientras en la temporada pasada hubo 311 siniestros forestales que arrasaron con 3.005 hectáreas en Los Lagos, en esta ocasión se acumulan 290 incendios, cifra similar a la del año anterior, pero con un balance de hectáreas quemadas significativamente menor: apenas 358. Es una reducción del 88% en cuanto a superficie destruida, un dato que da cuenta de un fenómeno interesante de mirar.
Es evidente que tal resultado refleja que este año hubo una adecuada gestión para prevenir las emergencias por las llamas, expresada tanto en la temprana construcción de cortafuegos que por varios kilómetros buscaron proteger a las zonas pobladas, como en la capacidad de respuesta rápida de los equipos de combate. A ello habría que agregar una variable subjetiva, pues no hay datos duros todavía: aparentemente, la ciudadanía ha tomado conciencia de que el principal responsable de los incendios forestales es el ser humano, cuestión central en una región que cuenta con una gran cantidad de parques nacionales que reciben miles de visitantes por año.
Con todo, una realidad evidente como el cambio climático le impondrá cada vez desafíos crecientes a las políticas para prevenir incendios forestales en Los Lagos. Este año hubo menos lluvia que en el verano anterior, y todas las previsiones indican que tal escenario se seguirá agudizando (menos precipitaciones y más días con altas temperaturas), de modo que la preparación logística y campañas de prevención tendrán que ir adecuándose de forma permanente para mantener a raya el riesgo de los incendios forestales.